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Yasmina Khadra escribe en primera persona la última noche de Gadafi

Aunque lo que cuenta en su nueva novela «La última noche del Rais» (Alianza), es digno de un relato de horror, Yasmina Khadra ha abandonado momentáneamente la novela negra. Una obra que se adentra en la mente de Muamar Gadafi «un personaje convencido de que tenía una misión en la tierra, que había sido elegido por Dios, una idea que venía avalada, según explicaba el rais, por todos los atentados a los que sobrevivió y que le hicieron creer que tenía una protección divina». Para poder transmitir esa megalomanía el lenguaje tenía que estar a la altura de sus estados anímicos, y de su locura. «Por eso además hablo en la primera persona de singular».

He intentado acercarme lo más posible a la personalidad de Gadafi, y a su verdad, y no me ha sido difícil porque tengo ciertas conexiones con él, que me permiten entender su visión con mayor facilidad. Ambos somos arabe-bereber, musulmanes, hemos nacido en el desierto, en una sociedad trival, somos militares y practicamente pertenecemos a la misma generación.

Gadafi se pregunta, continuamente porque su pueblo se ha mostrado en su contra, y llega a decir que los hijos se están comiendo al padre.

«Se puede hacer lo que uno quiere con un pueblo analfabeto, que siempre ha vivido asistido, en el que no se ha fomentado el talento. Son gente manipulable que están como células vivientes y que en un momento dado son fáciles despertarlas, y lanzarlas a la tragedia o al infierno.

«Sigo a ese personaje desde hace 40 años, porque cuando era joven me fascinó, y más tarde me decepcionó. Las anécdotas reales que me contaron son de testigos cercanos a lo que ocurrió, colaboradores que yo encontré en 1994, en Moscú, donde realizábamos un estage, y toda la tarea la completa el interés que tengo por el mundo árabe y musulmán.

Mantiene un lenguaje profético, con muchas referencias al Corán y a la Biblia

Era un personaje convencido de que tenía una misión en la tierra, que había sido elegido por Dios, que tenía que cumplir una misión en la tierra y todos los atentados a los que sobrevivió le hicieron creer que tenía una protección divina. Para poder transmitir esa megalomanía el lenguaje tenía que estar a la altura de sus estados anímicos, y de su locura. Por eso además hablo en la primera persona de singular.

«Libia ha sido un desastre es un pueblo unido que se va a desunir»

¿Tiene una visión de futuro de lo que le ocurrirá a Libia?

«Al hablar de occidente deberíamos aclarar si hablamos del occidente de los políticos o de los pueblos. Porque los pueblos detestan la guerra ven la destrucción que supone sin embargo los poplíticos ven otra agenda, tienen ambiciones comerciales y financieras, y piensan en su propio éxito… eso hace que encadenemos una tragedia tras otra.

Gadafi se ríe de Ben Alí y de las primaveras árabes, ¿es pesimista sobre el futuro de los países árabes?

Soy profundamente optimista, por eso combato y escribo, intento estimular los sueños y las ambiciones de las personas.  El mundo árabe es inventada por occidente, es una ilusión óptica, es una utopía, una quimera. Marruecos no es lo mismo que Arabia Saudí, ni Argelia tiene nada que ver con Qatar, sino habríamos visto otro tipo de reacciones, y no hemos visto ni solidaridad, ni proyecto común.

Un pie entre los dos continentes, ha combatido el extremismo y ahora vive la amenaza terrorista.

La amenaza es parte del mundo y existen como los accidentes de circulación, o de avión, y todos los países son susceptibles, Pero no es una amenaza como se presentan algunos políticos. La lucha contra el terrorismo es muy débil, no es creíble o fiable. En Argelia tuvimos que luchar solos, sin alianzas, sin drones, sin satélites.

«La última noche del rais», Yasmina Khadra

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This entry was posted on 27 mayo, 2016 by in Cultura, Entrevistas and tagged , , , , .

Agenda Cultural

«Dieric Bouts. Creador de imágenes»

MLeuven, Lovaina, Hasta el 14 de enero de 2024

Dieric Bouts (1410-1475), es uno de los maestros flamencos más importantes. En Lovaina, pintó sus mejores paneles de escenas ricas, retratos impactantes y paisajes de otro mundo. Bouts tuvo éxito en vida y en 1472 recibió el título honorífico de pintor de la ciudad, cuando Lovaina experimentaba una renovación urbana y mantenía una universidad pionera en una época tan creativa como el Renacimiento.

La imagen que tenemos hoy del artista pintor no existía en el siglo XV. Bouts no fue un genio romántico ni un inventor brillante, sino un creador de imágenes. El festival M confronta algunas de sus obras maestras como 'La Última Cena' y 'El Martirio de San Erasmo' con los creadores de imágenes actuales: fotógrafos deportivos, cineastas o desarrolladores de juegos.

Después de cinco siglos, el maestro flamenco regresa a Lovaina para el festival urbano con el tema "Nuevos Horizontes". Bouts ocupa un lugar central porque todavía hoy estamos ansiosos por explorar nuevos horizontes, tal como lo hizo él en el siglo XV.

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