Ferdinand nació en 1936 en forma de libro. Es un toro de lidia que vive en Ronda, al que solo le gusta oler flores y no herir a nadie, pero un malentendido lo lleva a la plaza de toros de Madrid. La distribuidora Fox, estrena esta Navidad, una nueva versión en formato largometraje de animación. El encargado de llevar al cine el libro del escritor Munro Leaf y del ilustrador Robert Lawson, es el brasileño Carlos Saldanha, autor de las películas «Ice Age» y «Río».
El libro original tuvó un éxito inmediato y fulgurante en Estados Unidos y en 1938 fue el más vendido, desbancando a Lo que el viento se llevó. Walt Disney, lo llevó al cine en forma de cortometraje, ganando el Óscar, en esa categoría. En España no se pudo ver hasta 1975, porque el regimen franquista prohibió tanto el libro como la película. Hitler tambien lo calificó de propaganda democrática y degenerada, y ordenó quemar los ejemplares. En 1945, tras la derrota del nazismo en Europa, se llegaron a regalar 30.000 copias gratuitas a los niños alemanes, para promover su mensaje pacifista. También tuvo el apoyo de Gandhi, el matrimonio Roosevelt o Thomas Mann, y se ha traducido a unos 60 idiomas.
La película, igual que el libro, recoge otras lecturas sociales, como la libertad personal ante las imposiciones sociales, con una clara impugnación de la virilidad como el valor, y la defensa de la diferencia en un sentido amplio. Incluso se puede ver un mensaje muy actual como el bullying. Ferdinand es un toro mucho más grande que el que imaginó Lawson pero igualmente inofensivo, y también vive en España.
Por eso una de las cosas interesante del film para el espectador español, es que el escenario le será familiar, aparecen Ronda, molinos de viento, las dehesas, un cortijo andaluz y una persecución vibrante por el centro de Madrid. El productor Bruce Anderson señala que «la tecnología nos permitió crear realmente la misma forma como la luz cae sobre los campos de España. Nuestros equipos de iluminación, producción e ingeniería aprovecharon al máximo todo lo que estaba disponible en su caja de herramientas para traernos la apariencia y la sensación de ese país».
Los madrileños fiplarán con muchas calles conocidas. Especialmente la plaza de las Ventas, lugar culmen de la cinta, como no podía ser menos para una película que trata el mundo de los toros. Pero también aparece la estación de Atocha, la plaza Mariano de Cavia, la calle Alcalá, etc… Un buen reportaje turístico, que no necesitó cortar calles para la filmación. El mismo Anderson lo señala en unas declaraciones «Creo que los elementos visuales de la película van a persuadir al público para que viaje a España”.
Puesto que el libro y la película están ambientados en lugares de España históricos y llenos de colorido, Saldanha y unos pocos de sus colegas visitaron el país en busca de inspiración visual y de telones de fondo auténticos para su proyecto. “Nos inspiró la belleza de los paisajes y la singular arquitectura de España”, afirma el director. “La gama de colores de la película tiene muchos tonos terrosos y es muy distinta de los colores tropicales que utilizamos en las películas de RIO. Captamos la magnífica arquitectura de algunas de las ciudades y viajamos al Sur: a la encantadora región de Andalucía”.
Los compañeros de reparto de Ferdinand, son una niña cuidadosa, un granjero con mucho trabajo, una cabra charlatana, unos caballos afeminados, un torero egocentrista, un ganadero malcarado, sus hermanos lidia, antipacifistas y unos erizos traviesos.
La nueva apuesta infantil de Fox, es una película muy visual, tierna y llena de sentimientos. No sé si a los antitaurinos les gustará ver a un toro pacifista, que rechaza asumir que solo ha nacido para ser lidiado. Ya veremos. La película aspira a ganar un Globo de oro, aunque lo tiene difícil por la competencia con Coco. No dudo que también disputarán el Oscar, si es que al final son nominadas. Si lo gana, sería el segundo Oscar para Ferdinand, pero para eso tendremos que esperar al mes de marzo.