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Chequia muestra a sus artistas en España

Plečnik, el arquitecto de Liubliana, Praga y Viena
COAM, Madrid, hasta el 7 de abril

Hay arquitectos que marcan a las ciudades en las que trabajan, Gaudí y Cerdà (Barcelona), Christopher Wren (Londres), Oscar Niemayer (Brasilia) o el barón Haussmann (París). Pero hay uno que marcó la reconstrucción de 3 capitales de 3 países diferentes. El esloveno Jože Plečnik, remodeló Liubliana, Praga y Viena. Ahora los tres países buscan el reconocimiento universal de este arquitecto con la declaración de su obra como Patrimonio Munidal de la Humanidad, título que ya ostenta el suizo Le Corbursier. Eslovenia y la República Checa han unido esfuerzos para conseguir este objetivo.

Plečnik desarrolló un lenguaje arquitectónico único independientemente de las tendencias del comienzo del siglo XX. Su enfoque en la reinterpretación del patrimonio arquitectónico y su rico simbolismo incluyen elementos de la arquitectura clásica, releyendo el espacio, modernizándolo y buscando nuevos usos a sus funciones tradicionales. Su arquitectura ofrece una solución universal a los problemas urgentes de diferentes generaciones y sigue estando de actualidad.

Liubliana, que se caracteriza por los restos de la época romana y la arquitectura barroca, consiguió su primer plano de la ciudad moderna después del terremoto de 1895 con el contemporáneo de Plečnik, Maks Fabiani. Se transformó desde una ciudad provincial adormilada en una capital moderna de estilo Art Noveau, con nuevos ideales estéticos. Plečnik persiguió su visión de Liubliana durante casi tres décadas, entrando en un espacio ya construido, transformándolo y actualizándolo, entre 1921 y 1957, con una serie de edificios singulares. Una de sus obras más emblemáticas es el puente de los dragones, o de los tres puentes, sobre el río Liubliana.

Nacido en la capital eslovena en 1872, estudió en la celebre Academia de Bellas Artes de Viena con el profesor Otto Wagner. Tras concluir sus estudios fundó un exitoso taller en la capital austríaca, cuya obra más importante fue el residencial Zacherlhaus en el centro de la ciudad, considerada una de las primeras construcciones modernas en Europa.

En 1910 le fue ofrecida una plaza de profesor en la Academia de Artes, Arquitectura y Diseño de de la capital de la República Checa. En 1920 fue llamado a reformar los jardines de la zona sur del Castillo de Praga. Más tarde, el presidente de la República Checoslovaca, Tomáš G. Masaryk, le confió la reforma de tres patios más, el Jardín de las Murallas y algunos interiores, incluida su residencia. Plečnik trabajó como arquitecto del Castillo de Praga entre los años 1920 y 1935, a pesar de haber vuelto a su ciudad natal en 1921. Durante este tiempo se convirtió en la inspiración para muchos arquitectos checos.

Coincidiendo con el 60 aniversario de su muerte, y los 145 de su fallecimiento, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), el Foro Cultural de Austria, el Centro Checo y la embajada de Eslovenia, han organizado una amplia muestra sobre el trabajo de este ingenioso arquitecto, conocido también como el Gaudí eslavo. Trabajó en Viena, Belgrado, Praga y Liubliana, en esta última ciudad quiso hacer de su arte un instrumento al servicio de la afirmación de la identidad eslovena frente a la cultura germánica dominante en el Imperio austrohúngaro. En 1949 le fue concedido el premio Prešeren.

Jiří Menzel, en la Filmoteca española
Madrid, hasta el 30 de mayo de 2017

Jiří Menzel (Praga, 1938) es para muchos el mejor cineasta que ha dado la República Checa en su historia. Con su primer largometraje, ‘Trenes Rigurosamente Vigilados’ (1966), el joven director se alzó con el Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Lamentablemente, el periodo de mayor esplendor del cine checo terminó poco después de forma abrupta y prematura con la invasión soviética de Praga de 1968. El endurecimiento del régimen posterior hizo que grandes intelectuales tomaran el camino del exilio. Así lo hizo, por ejemplo, Miloš Forman. Menzel, por el contrario, no abandonó el país e incluso pudo continuar rodando tras un obligado parón de cinco años. La película ‘Alondras en el Alambre’, terminada en 1969, no pudo ver la luz hasta 1990 tras la caída del régimen comunista. La cinta fue galardonada ese mismo año con el Oso de Oro del Festival de Cine de Berlín en una emotiva ceremonia en la Alemania recién unificada.

‘Alondras en el Alambre’ era otra adaptación de una novela de Bohumil Hrabal, al igual que ‘Trenes Rigurosamente Vigilados’. Pero la colaboración del cineasta con el escritor, figura clave de la narrativa checa de la segunda mitad del siglo XX, no se limitó a estos dos títulos. Todo lo contrario, como se podrá ver en Madrid, muchos grandes clásicos del cine checo surgieron de ese mismo tándem, hasta el punto de que es difícil imaginar la cinematografía de Menzel sin las inolvidables historias y los personajes creados por Hrabal. O al revés, leer una novela de Hrabal sin recordar los fotogramas de Menzel. La película ‘Tijeretazos’, cargada de humor y sensualidad, en la que Hrabal recordaba su propia infancia –pasada en una fábrica de cerveza– y a su joven madre, es otra de las joyas surgidas de esa colaboración.

Pero Menzel también ha hecho notables películas sin la participación de Hrabal. Cabe destacar entre ellas, por ejemplo, ‘Mi dulce pueblecito’, con la que retornó a la ceremonia de los Óscar de 1987 con una de las nominaciones a mejor película de habla no inglesa, con su sutil humor habitual y su retrato cariñoso de la vida en el campo.

Trenes rigurosamente vigilados (Ostře sledované vlaky)

Director: Jiří Menzel, 1966. Duración: 92 minutos.

La película es la adaptación de la novela homónima de Bohumil Hrabal, que también participó en la elaboración del guión. Esta comedia de tintes dramáticos transcurre durante la ocupación nazi de Bohemia y Moravia. Un adolescente se enfrenta con desánimo y confusión a las frustraciones tanto de la ocupación alemana, como las del paso a la vida adulta y el contacto con el mundo femenino.

Programa completo de la retrospectiva:

Trenes rigurosamente vigilados (Ostře sledované vlaky, 1966)
2 de Abril  – 19.30 (Sala 1)
11 de Abril – 17.30 (Sala 1)

Un verano caprichoso (Rozmarné léto, 1968)
5 de Abril – 19.30 (Sala 1)
14 de Mayo  – 21.30 (Sala 1)

Crimen en el teatro (Zločin v šantánu, 1968)
6 de Abril – 19.30 (Sala 1)
23 de Mayo – 17.30 (Sala 1)

Los hombres de la manivela  (Báječní muži s klikou, 1978)
7 de Abril – 17.30 (Sala 1)
30 de Abril – 17.30 (Sala 1)

Alondras en el alambre (Skřivánci na niti, 1969)
9 de Abril – 17.30 (Sala 1)
28 de Abril – 19.30 (Sala 1)

Tijeretazos (Postřižiny, 1980)
19 de Abril – 17.30 (Sala 1)
21 de Mayo – 19.30 (Sala 1)

La fiesta de las campanillas verdes (Slavnosti sněženek, 1983)
20 de Abril – 17.30 (Sala 1)
30 de Mayo – 21.30 (Sala 1)

Mi dulce pueblecito (Vesničko má středisková, 1985)
21 de Abril – 17.30 (Sala 1)
30 de Mayo – 19.30 (Sala 1)

Yo serví al Rey de Inglaterra (Obsluhoval jsem anglického krále, 2006)
25 de Abril – 17.30 (Sala 1)
7 de Mayo – 17.30 (Sala 1)

La ópera del mendigo (Žebrácká opera, 1990)
26 de Abril – 19.30 (Sala 1)
9 de Mayo – 19.30 (Sala 1)

El fin de los viejos tiempos (Konec starých časů, 1989)
27 de Abril – 19.30 (Sala 1)
5 de Mayo – 17.30 (Sala 1)

Ciclo organizado por el Centro Checo de Madrid, la Filmoteca Española con la colaboración de la Embajada de la República Checa en España y Czech Airlines.

Desde el centro de Europa. Fotografía checa, 1912-1974.
Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca, hasta el 4 junio 2017

Karel Teige, S. t., 1943. Fotocollage

Una historia de más de sesenta años: la de la fotografía artística de la actual Chequia, uno de los países de la Mitteleuropa donde florecieron con especial intensidad tanto la vanguardia fotográfica de los años veinte y treinta como la fotografía del surrealismo y el informalismo. El Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca muestra más de un centenar de fotografías –entre piezas individuales y obras pertenecientes a grupos o series–, además de unos cuarenta libros y revistas editados en la antigua Checoslovaquia, que muestra el uso característico de la fotografía en las publicaciones de la época.

Muchos de los trabajos fotográficos de los autores representados acabaron ocupando la portada de revistas y publicaciones, un ámbito de la creación menos intensamente vigilado por la censura comunista. Las obras proceden en su totalidad de la Colección Dietmar Siegert (Múnich), una colección que por su especialización y por la cualidad individual de las obras de su fondo fotográfico permite contar esa historia, muy desconocida, combinando la visión de conjunto con la atención a la subjetividad de cada fotógrafo.

El resultado es un fresco fascinante y variado en el que se combinan nombres internacionalmente conocidos como los de Drtikol, Teige o Sudek con brillantes desconocidos como Nožička o Hák y corrientes como el surrealismo, el constructivismo, cierta fotografía subjetiva y el informalismo que inundó la postguerra y que en la antigua República Checa significó la alternativa expresionista al realismo socialista, el «estilo» artístico oficial.

La antigua Checoslovaquia fue, a lo largo de su compleja historia, un país centroeuropeo a medio camino entre la Europa occidental y la oriental, cuyos artistas fueron estableciendo un marco progresivamente europeo a pesar de su forzada adscripción al bloque del Este durante la larga guerra fría. De hecho, de la mano de Karel Teige y de su revista ReD (Revue Devĕtsil), el país conectó desde muy pronto con todos los grupos de vanguardia europeos, como los futuristas, los surrealistas o los constructivistas, entre otros. Al igual que en el norte y el sur de Europa, las vanguardias históricas también cedieron su lugar en la antigua Checoslovaquia, tras la guerra y durante los años de posguerra, al informalismo: de sus imágenes de desconchados, grietas y destrucción surge la belleza de las fotografías de Medková, Krátký o Přeček, entre otros, ampliamente representados en esta exposición.

Muchos de los trabajos fotográficos de los autores escogidos acabaron ocupando la portada de revistas y publicaciones, un ámbito de la creación menos intensamente vigilado por la censura comunista. Un gran número de esas cubiertas, creadas por los mismos artistas que definieron la vanguardia (y no por diseñadores profesionales que intentaran imitarla), ponen de manifiesto el alto nivel del diseño gráfico checo de la época. La colaboración entre las distintas artes –poesía, fotografía, arquitectura, pintura o danza– dio lugar a piezas bibliográficas excepcionales, que permiten repasar la influencia de la vanguardia artística checa en el mundo editorial y que se convirtieron –transformando los escaparates de las librerías en auténticos espacios expositivos– en una forma de difusión y expresión de la libertad de los artistas muy eficaz y casi única, en un contexto oficial cerrado y antagonista.

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This entry was posted on 26 marzo, 2017 by in Agenda Cultural, Cultura, Europa and tagged , , , , , .

Agenda Cultural

«Caballeros. (Chevaliers)»

Castillo de los duques de Bretaña, Nantes, Hasta el 20 de abril de 2025

Presenta por primera vez en Europa una colección excepcional de armas y armaduras europeas de la Edad Media y el Renacimiento. A través de más de 150 piezas procedentes de la colección del Museo Stibbert de Florencia, la muestra explora la figura del caballero, su papel en la sociedad medieval, su código de honor y los rituales, como torneos y justas.

La afición por los objetos de caballería renace dentro de la corriente del resurgimiento del gótico romántico que caracteriza a la Europa decimonónica.

Aborda nuevos temas, tales como la caballería francesa y bretona, el lugar de las mujeres en ese universo masculino y el mito del caballero en las artes, la literatura y el cine en los siglos XIX y XX.

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