Madrid reinaugura un lugar icónico de la ciudad: la Plaza de España. Flanqueada por dos edificios emblemáticos y remodelada, es uno de los puntos turísticos más importantes de la capital española.
Dos años y medio después del comienzo de su reforma, este singular espacio luce ya renovado y esplendoroso. Se abre al público con la particularidad de que va a permitir a madrileños y visitantes llegar desde esta emblemática plaza de la ciudad al Palacio Real, la Catedral de la Almudena, los Jardines de Sabatini y el Templo de Debod sin sortear ni un solo vehículo ni pisar un paso de cebra.
El 22 de noviembre de 2021 quedará fijado en la historia de esta emblemática plaza madrileña como un antes y un después. Una compleja obra que ha sacado a la luz numerosos restos arqueológicos, pero en un primer vistazo los madrileños podrán fijarse en los palacios, iglesias, altas instituciones del Estado y zonas verdes que se encuentran en su entorno. El área peatonal que se ha articulado alcanza a la calle de Bailén en su esquina con la calle Mayor y, en el otro extremo, la calle de Ferraz. Es la continuación natural del área peatonal de la plaza de Oriente.
El protagonista de la renovada Plaza de España es el peatón, que tiene a su disposición 70.000 metros cuadrados más en torno a la gran plaza central donde se halla el célebre monumento a Cervantes y grandes áreas de juegos infantiles. El tráfico rodado ha desaparecido, porque se ha desviado al subsuelo mediante un gran túnel de más de un kilómetro que une la calle de Bailén con la de Ferraz.
También los ciclistas pueden adueñarse de la nueva plaza, ya que cuenta con dos grandes carriles bici: el eje norte-sur que une las calles Bailén y Ferraz, y el eje este-oeste, que conecta la Cuesta de San Vicente con la Gran Vía. A las dos rutas se suma una tercera que discurre entre Princesa y Ferraz.
Además, la plaza alberga tres grandes fuentes, dos ya existentes y una de nueva creación, la fuente del Cielo, una obra de mármol de makauba inspirada en el cielo de Madrid.
En todo el entorno de la Plaza de España se han plantado más de 1.200 árboles que se suman y conectan diferentes áreas verdes, como los Jardines de Sabatini en el sur, la Casa de Campo, el Campo del Moro y Madrid Río en el oeste; el Templo de Debod y el Parque del Oeste, en el norte. El objetivo es la cesión al peatón del eje Bailén-Ferraz para que pueda recorrer de un tirón diferentes espacios históricos, culturales y patrimoniales que estaban dispersos.
El nuevo gran túnel acogerá el tráfico rodado bajo tierra como continuación del que se construyó frente al Palacio Real en la década de 1990 y que ha sido totalmente renovado en todas sus instalaciones: luz, ventilación, seguridad… En total, 1.150 metros de longitud y dos carriles en cada sentido entre las calles de Ventura Rodríguez y Luisa Fernanda, en el distrito de Moncloa-Aravaca. De hecho, el cruce de vías que comunicaba la Cuesta de San Vicente con la Gran Vía se mantiene, pero oculto bajo tierra y sin acceso para los peatones.
Realizando las obras aparecieron restos que se daban por perdidos. Los técnicos encontraron los restos del Palacio de Godoy, una construcción que limita con el Senado y que se derribó en parte en la década de 1930, dejando intactos los sótanos y las bóvedas diseñadas en el siglo XVIII por Sabatini.
Este hallazgo obligó a modificar el modo de acometer las obras y usar desde ese momento un método casi artesanal. Así han podido salvaguardarse los restos del Palacio de Godoy. También se encontró en la calle de Ferraz, durante las obras, un muro con arcos que hubo que sacar a la superficie, correspondiente al antiguo Cuartel de San Gil, o varios contrafuertes de los jardines de Sabatini.
La nueva Plaza de España une, en un solo tramo y a un mismo nivel, espacios tan singulares como el Palacio Real, los Jardines de Sabatini (que aún permanecen cerrados temporalmente), el Campo del Moro, Madrid Río o La Gran Vía. Así, se podrán visitar dos plantas del Palacio de Godoy, parte de las antiguas Caballerizas Reales, los jardines de Sabatini y los restos del denominado camino de ronda del antiguo cuartel de San Gil, situado en la calle Ferraz. Y para mayor comodidad del visitante, se ha diseñado un itinerario arqueológico y se ha levantado un centro de interpretación de esta zona monumental de la ciudad.
*NdP