Samanha Cristoforetti, llegó a la Estación Espacial Internacional en noviembre desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, y tras un vuelo de casi 6 horas. La misión de la astronauta italiana bautizada Futura, ha servido para realizar investigación de ciencia y tecnología en microgravedad. Ha permanecido en el espacio más de cinco meses, a donde llegó tras dos años y medio de intenso entrenamiento. Un tiempo necesario para aprender a a controlar brazos robóticos de la estación, manejar aparatos ante cualquier emergencia y realizar los experimentos científicos que ha llevado a cabo en la estación.

Todas las tripulaciones de la Soyuz realizan una serie de tradiciones antes de partir al espacio.  Ella no fue una excepción y junto con su tripulación plantó un árbol en un bulevar en Kazajstán, añadiéndolo a los árboles plantados por cada astronauta antes del lanzamiento. Por supuesto también firmó en la puerta del «hotel de los cosmonautas».

Samantha Cristoforetti ha compartido su viaje con sus seguidores desde el primer momento y ha respondido a las preguntas que éstos le han formulado desde la tierra. La astronauta italiana ha relatado su formación en un libro y seguirá escribiendo sobre su vida y la de sus compañeros en el espacio.