La Llotja de Mar, un edificio hist贸rico de Barcelona
La Casa Llotja de Mar , es un emblem谩tico edificio construido en el siglo XIV es la sede actual de la C谩mara de Comercio de Barcelona. En su larga historia ha sido la cuna del Consulado del Mar y cuartel militar.
Situada en el frente mar铆timo de Barcelona, a pocos metros del puerto y del casco antiguo de la ciudad, la Llotja ha sido durante m谩s de seis siglos testigo del desarrollo econ贸mico y cultural de Catalu帽a y es uno de los edificios m谩s representativos del empresariado y la sociedad civil catalana.
El monumento, de arquitectura neocl谩sica -la actual edificaci贸n, del siglo XVIII, se construy贸 sobre el antiguo edificio medieval-, cuenta con una amplia variedad de salas, como el Sal贸n de Contrataciones, un gran espacio de 14 metros de altura que se conserva desde el per铆odo medieval y que ha sido escenario de la primera 贸pera representada en Barcelona o de los Juegos Florales.
El Sal贸n Dorado, cuyos muros est谩n tapizados con seda de Damasco, y el Sal贸n Lucrecia, es un espacio rodeado de pinturas presidido por un retrato del rey Alfonso XIII, obra de Joan Brull.
En sus or铆genes, a mediados del siglo XIV, la Llotja fue la m谩xima manifestaci贸n de la pujanza de los comerciantes barceloneses y la sede del Consulado del Mar de Barcelona, instituci贸n cuya jurisdicci贸n era similar a los actuales tribunales mercantiles.
La Llotja, un reflejo de la historia de Catalu帽a
El hist贸rico edificio ha vivido momentos de esplendor y decadencia a lo largo de su larga historia, y el a帽o 1714 fue una fecha clave en el proceso de degradaci贸n del edificio.
El 11 de septiembre de ese a帽o las tropas borb贸nicas entraron en Barcelona y Felipe V, vencedor de la Guerra de Sucesi贸n, hizo derribar 1.200 casas del barrio de la Ribera para construir la Ciudadela y convirti贸 la Llotja en cuartel militar. La ocupaci贸n fue completa: los pisos superiores se acondicionaron para alojar a los soldados, mientras en la planta baja se instalaron las cocinas y los almacenes.
El Decreto de Nueva Planta promulgado por Felipe V en 1716 contemplaba la abolici贸n de las leyes e instituciones propias de Catalu帽a, pero preve铆a la continuidad del Consulado del Mar, que, no obstante, se encontr贸 sin sede y sin su fuente principal de ingresos, ya que el monarca le retir贸 el derecho de recaudar el impuesto de ‘periatge’, que gravaba las mercanc铆as que entraban a Catalu帽a por mar.
En 1755, en una nueva etapa de bonanza econ贸mica en Catalu帽a, los comerciantes barceloneses solicitaron a Fernando VI la devoluci贸n de la Llotja y la gesti贸n directa de este impuesto. No fue hasta 1771 cuando, agrupados bajo la Real Junta Particular de Comercio de Barcelona, recuperaron las llaves del edificio para instalarse de nuevo en 茅l y decidieron ampliarlo para adaptarlo a sus necesidades.
La construcci贸n del nuevo edificio se prolong贸 durante m谩s de tres d茅cadas, a las que hay que a帽adir las casi dos de rehabilitaci贸n del sal贸n g贸tico, el Sal贸n de Contrataciones, que amenazaba ruina.
La burgues铆a barcelonesa tuvo que esperar 48 a帽os, hasta 1819, para disponer completamente de la nueva Llotja, que en los a帽os posteriores fue protagonista de algunos acontecimientos clave de la vida pol铆tica del pa铆s.
As铆, desde la terraza del edificio se proclam贸 la Constituci贸n liberal de 1820; durante la revoluci贸n de 1868 la Llotja fue ocupada por el pueblo sublevado y en 1885 se aprob贸 all铆 el Memorial de Agravios enviado al rey Alfonso XII.
La C谩mara Oficial de Comercio, Industria y Navegaci贸n de Barcelona se constituy贸 en 1886 y se instal贸 inicialmente en una estancia de la Llotja de Mar, aunque fue ganando espacio en las d茅cadas posteriores, hasta ocuparlo totalmente.
La C谩mara es la encargada de gestionar actualmente este hist贸rico inmueble, que desde hace unos a帽os se alquilan para celebrar acontecimientos de diversa 铆ndole, como fiestas, conciertos, desfiles de moda, congresos, presentaciones, ruedas de prensa, cenas de gala e incluso bodas.
No obstante, la reserva de estos espacios est谩 al alcance de pocos bolsillos.
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