Teatro de la Zarzuela, Madrid, 13 de marzo de 2021
Coincidiendo con el 200 aniversario del nacimiento de Arrieta, Navarra es música es un homenaje al compositor y a otros músicos de la comunidad foral que permite recorrer más de un siglo de música. En el acto se escucharán obras de Felipe Gorriti, Jesús García Leoz y Félix Lavilla en las voces de la soprano Sabina Puértolas, la mezzosoprano Maite Beaumont y el tenor José Luis Sola, acompañados al piano por Rubén Fernández Aguirre.
Se trata de una reunión musical única que aprovecha un emotivo homenaje al célebre compositor navarro Emilio Arrieta –con estrenos absolutos incluidos y cuando se cumplen 200 años de su nacimiento– para repasar más de un siglo de música de la mano de otros grandes compositores de esa tierra que tanta genialidad ha aportado a la música española y universal.
En la primera parte, un hermoso muestrario de canciones de tres destacados músicos navarros de los siglos XIX y XX: Felipe Gorriti, Jesús García Leoz y Félix Lavilla, que cuentan con poemas de Lope de Vega, Miguel de Fuenllana, Bilintx, Felipe Gorriti (atrib.), Juan Paredes, Federico García Lorca, así como textos surgidos de la tradición popular.
El segundo tramo del concierto se centrará por completo en la obra de Arrieta, con una minuciosa selección de fragmentos de óperas, una plegaria y el estreno de dos canciones —una en italiano y otra en castellano—. Cuatro importantes títulos líricos componen el programa: ‘San Franco de Sena’ con libreto de José Estremera, ‘Marina’ de Francisco Camprodón y Miguel Ramos Carrión, así como ‘El Capitán Negrero’ o ‘Dos Coronas’, ambas con libro de Antonio García Gutiérrez. El bloque se completa con una romántica ‘Meditación religiosa’ con texto de Adelardo López de Ayala, que interpretó por primera vez el navarro universal Julián Gayarre.
Incluida en el presente Ciclo de Conciertos del Teatro de la Zarzuela, intérpretes y pianista han sabido trazar una ambiciosa pero inteligente propuesta musical.
Biblioteca Nacional, Madrid, hasta el 4 de abril de 2021
El 31 de enero de 2020 se cumplían los 200 años del nacimiento de Concepción Arenal, en Ferrol. Se trata de la pensadora más importante del siglo XIX y una figura clave de la cultura española en la forja de una conciencia nacional liberal. Sin embargo, sus contornos tanto biográficos (especialmente biográficos) como intelectuales quedaron rápidamente difuminados, subrayándose únicamente su dedicación a la caridad y su valía en la defensa de una reforma penitenciaria, cuando, en efecto, las cárceles españolas no eran más que unos edificios sórdidos donde los presos se hacinaban de cualquier modo y sin expectativas de reinserción social. Arenal será la primera mujer, y una pionera en su época, que lucha por defender la necesidad de reincorporarlos a la sociedad a fin de que dispongan de una segunda oportunidad. Todo, cualquier forma de injusticia social, fue descrita, denunciada, analizada por Arenal a través de La Voz de la Caridad, una publicación única en su especialidad y una referencia europea. Pero lo relevante es que detrás de la acción arenaliana latía un sólido pensamiento filosófico que se ha ignorado casi por completo.
Por tanto, el objetivo primero de la exposición es destacar la figura de esta gran desconocida para el público español. Hacer próxima tanto la persona como sus aportaciones. Hacer ver a Arenal como una mujer movida por una intensa pasión por conocer, por comprender y por contribuir a la mejora de su mundo. Apasionada en sus afectos y desafectos, era distante en las relaciones convencionales, pero cálida con los suyos y compasiva con los más desfavorecidos.
Este acercamiento requiere introducir al espectador en los ambientes en los que vivió CA y, en lo posible, en las alegrías, las penas, los aprendizajes, logros y frustraciones, que supusieron para ella. Habrá que servirse de los recursos visuales, de instalación y audiovisuales que permitan hacer presentes su vida, sus vicisitudes, sus valores y sus búsquedas. Se propone entender a la persona para comprender y valorar sus importantes contribuciones al pensamiento y a la reforma de las instituciones.
Un objetivo central es enlazar a Concepción Arenal con su tiempo. Con la pugna constante entre liberales y absolutistas, que marcaba el gobierno de la nación y dividía a familias, ciudades e instituciones. Concepción hace suya la afinidad de su padre con la causa liberal y se apoyará en las redes y recursos de personas ilustradas para, con su pensamiento y su acción institucional, contribuir decisivamente a hacer avanzar esta perspectiva. Pero su acción se detiene bruscamente, hundiéndola en la desesperación, cuando soplan vientos absolutistas en el poder político e institucional. Por más duros que fueran los golpes, nunca renunció a luchar por su causa, produciendo revistas y fundaciones, publicando hasta su muerte sus ideas transformadoras y sus críticas del statu quo.
En este sentido es importante destacar lo que Concepción Arenal tiene en común con las mujeres de su tiempo (Gertrudis G. de Avellaneda, Carolina Coronado, Cecilia Böhl de Faber…), que, como ella, se vieron obligadas a ajustar sus expectativas al androcentrismo imperante. Fueron mujeres entusiastas y luchadoras por el cambio personal y social que deseaban, pero su lucha tuvo mucho de solitaria y finalmente se sintieron vencidas, sin estarlo, por el espíritu conservador triunfante.
Se tratará de hacer comprensible el contexto de las acciones sociales de Concepción Arenal, como visitadora de prisiones, cronista de guerra, publicista, autora de importantes reflexiones, propuestas y recomendaciones para la mejora de la educación, de las cáceles, de la consideración y la vida de la mujer, de la esclavitud, etc.
La exposición se estructurará en ocho espacios biográficos (Ferrol, Armaño, Madrid, Potes, Coruña, Madrid, Gijón, Vigo) en los que vivió, pensó, escribió, amó y reparando en textos, manuscritos, objetos e imágenes vinculados a su vida. Otros cuatro espacios temáticos se articularán con éstos, o se mostrarán en paralelo (amores y desamores; modelos y valores; ¿Quién soy yo? Retratos; Concepción Arenal activista, sus causas). Paralelamente a este recorrido biográfico, se mostrarán imágenes de la España de la época, que contextualizan las vivencias y actividades de Arenal.
Biblioteca Nacional, Madrid, hasta el 4 de abril de 2021
Manuel Azaña es una de las figuras más relevantes de la historia contemporánea de España, tan admirada como vilipendiada. Fue uno de los defensores de la causa aliada durante la Gran Guerra. Tuvo un papel destacado en el Ateneo de Madrid, del que fue Secretario y Presidente. Colaboró en diferentes periódicos, dirigió la revista España y fundó La Pluma. Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1926 por un trabajo sobre Juan Valera y fue un notable traductor del inglés y del francés.
En su dimensión política, Azaña es uno de los principales promotores de la llegada de la República en abril de 1931. Los grandes debates del periodo cuentan con su destacada, y a veces controvertida, intervención: el Estatuto de Cataluña, la Reforma Agraria, la cuestión religiosa o el voto de la mujer. No en vano, se identificó a la República con Azaña y a Azaña con la República y se le culpó del desenlace de la Guerra Civil, cuando no de su mismo comienzo.
La Exposición pretende proporcionar una imagen completa de Manuel Azaña, en su triple dimensión: humana, intelectual y política, subrayando, además de su labor como Ministro, Jefe del Gobierno y Presidente de la República, su condición de intelectual de prestigio, así como las duras condiciones de su exilio, que concluyó con su fallecimiento en la ciudad francesa de Montauban, donde su recuerdo sigue presente ochenta años después.
Siguiendo una secuencia cronológica que permite entender su trayectoria en diferentes periodos: su infancia y juventud en Alcalá, su posterior desarrollo en Madrid, la exposición se adentra en tres etapas cruciales de la historia de España: la Segunda República, la Guerra Civil y el Exilio. En la muestra se exhibirán unas doscientas obras procedentes tanto de la BNE como de otras instituciones españolas y extranjeras. Para esta conmemoración se han rescatado fotografías y vídeos, muy poco conocidos, que permiten acercarse no sólo a la figura y a la obra de Azaña, sino también a la memoria de su tiempo.