Una pócima para acompañar estas semanas invernales frías y de menos horas de luz durante el día… Desde hace siglos la bebida preferida de los alemanes, -claro, de los mayores-, en las semanas de adviento y navidad es el vino «ardiente» – esta es la traducción de “Glühwein” o vino caliente.
Cuando comienzan las jornadas de cortas horas de luz del día y cae el crepúsculo ya a las cuatro o cinco de la tarde, a partir de mediados de noviembre, es el momento en el que los alemanes suelen tomarse un vaso de vino caliente.
Este vino se toma con los amigos para animar una buena conversación en un mercadillo navideño. El vino caliente no es un vino de compostura o aguado para engañar al cliente. Para un buen “Glühwein” se necesita un buen vino con cuerpo y de aroma afrutado, sea tinto o blanco. En Alemania se prefiere el vino tinto, aunque en la parte de los Mares del Norte y del Báltico, también se usa el vino blanco.
A continuación te ofrecemos una receta para preparar esta bebida:
Antes de servir el vino caliente, es recomendable quitarle las especies. Se puede servir ya sea en copas o en vasos de cristal.
En el caso que prefieras un vino caliente a base de vino blanco, sustituye los clavos por pasas. A esta bebida los alemanes norteños le llaman “foca caliente” (“heißer Seehund”).
*Con la colaboración de la embajada alemana en España