Joan Mir贸 (1893-1983), es un referente fundamental de las vanguardias hist贸ricas del siglo XX. 聽Hasta el 25 de marzo se exponen en la galer铆a Galer铆a Elvira Gonz谩lez, dos pinturas, diez esculturas -realizadas entre los a帽os 70 y principios de los 80- y cinco obras sobre papel. La muestra聽se realiza conjuntamente con la familia Mir贸 y la Successi贸 Mir贸. En ella se hace patente el inter茅s del artista mallorqu铆n聽por la naturaleza, los objetos cotidianos y los utensilios, vistos como fuente de inspiraci贸n po茅tica.
Las primeras esculturas datan de 1930, que el artista denomin贸 construcciones yassemblages, ya que聽a partir de 1966 realiz贸 esculturas de forma sistem谩tica hasta el final de su carrera, esculpiendo聽m谩s de 400, pr谩cticamente todas ellas en bronce.
En estas obras聽el artista recrea, con su lenguaje po茅tico 煤nico, un universo enigm谩tico de seres teatrales, como en el caso de Gymnaste (1977),聽Jeune fille 脿 l鈥櫭﹖oile (1977), Danseuse (1981) o Le Chanteur d鈥檕p茅ra (1977). Para componerlas, Mir贸 otorga a objetos cotidianos, como sillas, perchas o instrumentos de cocina, una nueva personalidad. El Chanteur Mongol (1971) recoge el timbre de la casa de Mir贸 que sobre una masa de arcilla con un orificio inferior evoca una figura femenina.
Su聽taller estaba poblado de m煤ltiples objetos que muchas veces, combinados de forma aleatoria, conclu铆an en una escultura. Como escribe Jacques Dupin, amigo y bi贸grafo de Mir贸: 鈥淭odo empieza con una recolecci贸n s煤bita. Mir贸 se escabulle fuera del taller como una sombra y vuelve cargado como un ganap谩n [鈥 es el tesoro secreto de un vidente, el yacimiento de una riqueza infinita de objetos insignificantes donde Mir贸 reconoce los suyos鈥. As铆, el artista, como tambi茅n recuerda Dupin, 鈥渁 veces se extasiaba ante lo que para m铆 era invisible鈥.
Es el caso de la escultura de m谩s de tres metros de altura titulada Souvenir de la Tour Eiffel (1977) uno de los ejemplos m谩s claros de una obra realizada tras un proceso de reflexi贸n, donde las sucesi贸n de ideas, variaciones, a帽adidos y assemblage de objetos que se encontraban en el estudio del artista se convierten en una escultura. De esta obra existen m煤ltiples dibujos preparatorios y fotograf铆as del estudio donde se ven los elementos de la obra apoyados en las paredes, en el suelo鈥 Una escultura realizada con una l谩mpara de mimbre que se apoya sobre cuatro patas cuya pantalla ha sido sustituida por la figura de un cabezudo, concretamente la cabeza de Groucho Marx. Una horca de madera como una peineta remata la pieza que a sus pies tiene una caja repleta de tubos de pintura usados y cables鈥 Todos estos objetos son fundidos posteriormente en bronce. El resultado, una figura l煤dica y simb贸lica, un personaje enigm谩tico que para Mir贸 es el recuerdo de la Torre Eiffel y evoca al los castellers catalanes y los personajes de gigantes y cabezudos que tanto le gustaban.
Tal y como 茅l mismo escribi贸 en una carta a su marchante de Nueva York Pierre Matisse en 1936: 鈥Me siento atra铆do por una fuerza magn茅tica hacia un objeto, sin premeditaci贸n alguna, luego me siento atra铆do por otro objeto que al verse ligado al primero produce un choque po茅tico, pasando antes por ese flechazo pl谩stico, f铆sico, que hace que la poes铆a te conmueva realmente y sin el cual no ser铆a eficaz鈥.
La selecci贸n de la exposici贸n se completa con pinturas y dibujos como Oiseau, 茅toiles(1977), Composition (1976) o Homme, femme et oiseaux dans la nuit (1970). Algunas de estas obras se exponen por primera vez.
En la Europa de la Segunda Guerra Mundial, el ajedrez pasa a ser un elemento clave de propaganda nacional y una met谩fora del triunfo en la batalla. El cuarto movimiento lo encontramos en la sala 芦El juego de la guerra禄, donde se explora como el ajedrez pasa a ser un veh铆culo de la psicolog铆a social en tiempos de guerra. Acabada la contienda, en 1944, se exhiben en Nueva York los dise帽os de muchos autores relacionados con el juego. 芦La imaginer铆a del ajedrez禄 rinde homenaje a aquella muestra en la que participaron artistas como Max Ernst, Alexander Calder o Isamu Noguchi.
La partida est谩 a punto de acabar, casi siempre con un jaque mate. As铆 llegamos al 煤ltimo espacio 芦Fin de Juego: el ajedrez en los inicios del arte conceptual芦, con obras de los pioneros de este g茅nero y en el que se incluye la grabaci贸n de la performance ajedrec铆stica del m煤sico John Cage. 禄 Reuni贸n禄, se grab贸 en 1968 donde Duchamp, que estaba convencido de que 芦todos los jugadores de ajedrez son artistas, y Cage jugaron una partida con un tablero electr贸nico, que produc铆a sonidos con el movimiento de las piezas.
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