Venecia, Dubrovnik, Barcelona o Amsterdam siguen quejándose de la masificación turística que enfrenta a los turistas y a los vecinos. En Francia, ninguna ciudad ha sufrido esa sobreexposición a los atractivos turísticos, lo que demuestra que los responsables de turismo han diversificado y ampliado su oferta, para no morir de éxito. En plena crisis por los atentados yijadistas de 2015-2016, la responsable de Atout France en Madrid, Dominique Maulin, me dijo que habían constatado que a pesar del descenso de entradas internacionales, habían constatado que muchas personas no habían renunciado a viajar al país, sino que ante el miedo, habían pospuesto su viaje para otro año. Los excelentes datos de 2017 demuestran que estaban en lo cierto.
El año pasado visitaron Francia 89 millones de turistas y el país, parece que se ha recuperado de ese bache y ha conseguido alzarse con el envidiable premio al primer destino turístico mundial. No tienen bastante. Su objetivo es seguir creciendo y alcanzar los 100 millones de turistas en 2020, es decir, dentro de dos años. Aun así el país vecino se sitúa en el tercero en cuánto a ingresos, con unos 41.000 millones de euros gastados por los turistas, por detrás de Estados Unidos y España, que se situaron en 2017 como tercero y segundo país en la llegada de turistas, respectivamente.
Foto @Es_AtoutFrance
El éxito de este destino europeo en el último ejercicio, es según los responsables de turismo «la suma de todas las acciones del sector turístico francés, y de las nuevas medidas tomadas por el gobierno como facilitar los trámites de visados (se ha aumentado el número de visados rusos e indios), o reducir la espera en los aeropuertos». El sector supone un 7,5% del PIB y genera unos dos millones de empleos.
El año pasado visitaron Francia, unos 6,1 millones de turistas españoles que realizaron un gasto de 2.900 millones de euros, según informaciones facilitadas por el ministro consejero de la embajada de Francia en Madrid, Gautier Lekens. A pesar de ese éxito turístico, los galos siguen reinventándose y buscando nuevas ofertas alternativas, y sobre todo potenciando todo el país. «La diversidad del territorio francés ayuda a este objetivo, pero para conseguirlo debemos continuar con la promoción de los destinos que ofrece nuestro país», ha dicho Lekens. Bajo el lema #ExcelenciaAlaFrancesa, este año, ofrecen al público español diversas actividades en territorios más cercanos como Nantes, Marsella, el País Vasco francés o l’Àriege, sin olvidar otros destinos más alejados pero con gran atractivo histórico como el Valle del Loira y Normandía al que añaden Alsacia.
Foto @Es_AtoutFrance
El éxito de este destino europeo en el último ejercicio, es según los responsables de turismo «la suma de todas las acciones del sector turístico francés, y de las nuevas medidas tomadas por el gobierno como facilitar los trámites de visados (se ha aumentado el número de visados rusos e indios), o reducir la espera en los aeropuertos». El sector supone un 7,5% del PIB y genera unos dos millones de empleos.
El año pasado visitaron Francia, unos 6,1 millones de turistas españoles que realizaron un gasto de 2.900 millones de euros, según informaciones facilitadas por el ministro consejero de la embajada de Francia en Madrid, Gautier Lekens. A pesar de ese éxito turístico, los galos siguen reinventándose y buscando nuevas ofertas alternativas, y sobre todo potenciando todo el país. «La diversidad del territorio francés ayuda a este objetivo, pero para conseguirlo debemos continuar con la promoción de los destinos que ofrece nuestro país», ha dicho Lekens. Bajo el lema #ExcelenciaalaFrancesa, este año, ofrecen al público español diversas actividades en territorios más cercanos como Nantes, Marsella, el País Vasco francés o l’Àriege, sin olvidar otros destinos más alejados pero con gran atractivo histórico como el Valle del Loira y Normandía al que añaden Alsacia.
Para conseguirlo han aumentado las conexiones con algunas ciudades españolas a través de las grandes aerolíneas que cubren este mercado como Air France, Iberia Express, o mediante la cooperación Renfe-SNCF para llegar a París o a Lyon, pero sobre todo a la costa mediterránea francesa, hasta Marsella. En total 21 destinos a los que se puede viajar en tren desde España.La aerolínea de bandera francesa, Air Fance y sus filiales low cost Joon y Transavia, ofertan 440 vuelos semanales entre Francia y España, mientras que la filial de Iberia, Iberia Express, vuela a siete destinos franceses.
La última ruta incorporada España-Francia por Iberia Express es Toulouse, que se añade a Lyon, Burdeos, Rennes, Nantes, París-Charles de Gaulle, Niza y Toulouse. En total 37 frecuencias a 7 destinos franceses. Francia es el mercado internacional que más ha crecido para esta compañía, con grandes ofertas que llegan, cuando se consiguen, a los 29€ por trayecto. No es difícil, ni complicado, conseguir esos precios, pero casi siempre hay que persistir en la búsqueda. En 2017, coincidiendo con el quinto aniversario de Iberia Express, se ofrecieron 5.000 plazas a 5€ el trayecto.
Una oferta de vuelos que se completa con las rutas que ofrecen las otras dos compañías del grupo, Iberia e Iberia Regional, a Burdeos, Estrasburgo, Lyon, Marsella, París Orly, Toulouse, Nantes, Niza y Biarritz (en verano). El grupo ha sido reconocido como las aerolíneas más puntuales del mundo, por cuarto año consecutivo y en el caso de la filial Iberia Express, como la low cost más puntual . En el caso de Iberia Express en Francia, tiene 4 frecuencias a Lyon y Nantes; 7 a Niza y Toulouse, 3 a Burdeos y 2 a Rennes. A lo que hay que añadir 14 frecuencias semanales a París-Charles de Gaulle, que incluye un vuelo a primera hora desde la capital francesa, que permite una mayor conectividad con los destinos de la red del grupo en España.
Las conexiones desde Barcelona se realizan a través de Vueling y Level y desde la Costa del Sol, la costa levantina, y los archipiélagos de Baleares y Canarias con Volotea.
@angelaGonzaloM
@Viaje a Itaca