La Fundación Industria Danesa y State of Green, han publicado un vídeo el 25 de mayo de 2016 en su canal de youtube, en el que aseguran que Dinamarca puede ser independiente de combustibles fósiles en 2050, consiguiendo una sociedad energéticamente eficiente. Según el estudio que han realizado a partir de ese año el país funcionará con energías verdes. «Ya estamos en el camino hacia un futuro más verde, pero todavía no hemos llegado», señalan en el vídeo. Un viaje que esperan compartir con otros países.
La crisis del petróleo en los años 70, desencadenó la transición a la economía verde para lo que empezaron a invertir decididamente en energías renovables, buscando soluciones energéticamente eficientes. Las autoridades danesas esperaban así independizarse de la importación de crudo. Siguiendo esa política, la economía danesa ha crecido un 70% desde 1980, manteniendo el mismo consumo energético y reduciendo las emisiones de C02. Actualmente el 50% de la electricidad se obtiene a partir de fuentes renovables, como la biomasa y las energías solar, geotérmica y eólica, lo que supone autoabastecer el 90% de las necesidades.
Los edificios representan el 40% del consumo global de energía y modernizando las instalaciones se podrá ahorrar un 50% del consumo actual. Invertir en renovaciones energéticas es un buen negocio ya que se puede conseguir plazos cortos de amortización y un alto retorno de la inversión. En Copenhague, el 95% de los hogares están conectados a la calefacción urbana, la mitad está generada a través de fuentes renovables. El 60% de los residuos de todo el país son reciclados y reutilizados en materias primas o nutrientes para la agricultura, principalmente, y sólo un 5% se depositan en vertederos. También es importante la reducción de consumo de agua, mediante la racionalización del suministro y el uso eficiente. Desde 1980 se ha reducido un 40% el consumo de agua.
El objetivo final, en el que participan entidades públicas y privadas, es conseguir la seguridad del suministro y potenciar el crecimiento verde a largo plazo. La economía circular puede dar una respuesta a este desafío, equilibrando la eficiencia de recursos y el crecimiento económico.