Hyatt Centric Gran Vía, ofrece el primer specialty coffee del paseo madrileño
Los amantes del café saben que ese producto cierra una buena comida en cualquier restaurante. Es el último plato que pedimos, el último sabor con el que nos quedamos. Por eso es tan imprescindible que sea de buena calidad. Hyatt Centric trae a Ondas: vermutería + lounge, el primer Specialty Coffee de la Gran Vía. A diferencia del café que normalmente se toma en restaurantes y bares, para obtener esta categoría el producto debe obtener una puntuación mínima de 80 puntos (de un baremo de 10 a 100), realizada por expertos, teniendo en cuenta el sabor menos amargo, sus matices, y la calidad del grano -seleccionado manualmente-. Además debe ser ecológico y de comercio justo.
Hyatt Centric Gran Vía, no solo ofrece esta excelencia culinaria (el café se cocina) sino que es uno de los pocos lugares de Madrid, y el único de la Gran Vía, que apuesta por la Kees van der Western, una de las cafeteras artesanales más exclusivas del mundo, que «aprovecha al máximo las características de este excelente café», sino que se sirve a un precio convencional, es decir a un precio similar al del resto de establecimientos de la avenida más internacional de la capital, que sirven un café industrial.
Raúl Pérez, especialista y divulgador del café Novell, asegura que «hay que educar al consumidor para que distinga la calidad del producto». Es algo parecido a lo que ocurrió con el vino, que la gente estaba acostumbrada a tomarlo de forma continuada, pero sin distinguir la calidad. Las campañas y las catas de vino han servido para formar al consumidor. Lo mismo tratan de hacer ahora con el café.
Porque el café no es ni amargo ni negro, como estamos acostumbrados a pensar; sino suave y marrón claro. Todo depende de la tostión, el último proceso que sigue esta semilla antes de llegar a nuestras tazas. De hecho, cada vez hay más establecimientos que huyen del torrefacto y apuestan por convertir su consumo en una experiencia de calidad.
El sabor, el aroma y la apariencia, es lo que distingue al Specialty Coffee , del que consumimos habitualmente. Y la diferencia se nota al primer sorbo, que pone un broche final extraordinario a una comida de trabajo, entre amigos o familiar, también al primer café de la mañana, dejando un gusto agradable para iniciar el día.
¿Sabías que una manera de abrir las papilas gustativas para obtener el mayor placer de una taza, y percibir todas sus propiedades, es tomarlo después de comer una pieza de chocolate negro? ¿Sabías que un buen café reduce los efectos de la cafeína? Principalmente porque está poco tostado. El tueste implica una gran responsabilidad ya que es fundamental para obtener todos los aromas y características del producto, por eso es vital que llegue recién tostado al barista, ya que con el paso de las horas, los granos pierden aroma y sabor. El café molido se oxida rápidamente.
Los expertos calculan que en el mundo hay unas 80 variedades de café de especialidad, que se obtiene de forma artesanal y respetuosa, desde el cultivo hasta la recolección de granos manual y el tueste, pasando exhaustivos controles de calidad. Ha de tener unas condiciones especiales de temperatura, sombra, humedad y altura, y se tienen en cuenta todas las partes implicadas en su producción, desde el caficultor hasta el barista. El termino café de especialidad surge hace cuarenta años, en 1978, y se refiere a los granos exclusivos que son cultivados en unas condiciones climatológicas idóneas, resaltando su aroma y sabor únicos.
Las semillas utilizadas en el mundo son dos. El 80% de la producción es arábica y el 20% robusta. El café arábico es el más antiguo y fino. Es más aromático, menos amargo, más bajo en cafeína y su vaina es alargada. Madura de nueve a once meses, mientras que la variedad robusta es más resistente contra el calor, las enfermedades y los parásitos. Su grano es más redondo, contiene el doble de cafeína y es menos aromático. Su maduración va de los seis a los ocho meses. Mientras el arábico se cultiva principalmente en Centroamérica y Sudamérica, el robusta procede de África, sudeste asiático (Vietnam es el segundo productor) y Brasil, primer productor mundial.
Nacido en Abisinia, la actual Etiopía, se desconoce cuando comenzó a consumirse, aunque se cree se inició a partir del siglo XII. Del largo proceso de producción el consumidor es el último eslabón de la cadena y es el que percibe el resultado de todas las etapas. Otra de las experiencias imprescindibles es cocinarlo en la cafetera Kees van der Western, no solo porque permite ver como se elabora el café, sino que permite «aprovechar a máximo las características de esta bebida», según nos explica Abel López, barista en el Ondas: vermutería + lounge de Hyatt Centric Gran Via Madrid.
Para Abel «se trata de una máquina de precisión extrema que proporciona un máximo control y una preinfusión extraordinaria». Este espacio gastronómico, creativo y divertido situado en la planta baja del hotel Hyatt Centric Gran Vía es un estudio de música con un toque informal para acudir entre horas, inspirado en la cultura radiofónica, que son el hilo conductor de la carta de bebidas y cócteles que se pueden acompañar de originales tapas y aperitivos. Y para finalizar, un café de especialidad. Sin duda, una gran especialidad gastronómica que debéis conocer.
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