«En un muelle de Normandía»

La película que refleja la situación precaria de las camareras de piso en Europa

Cinco minutos para un camarote, dos para las camas y tres para el baño. Pasa a la siguiente habitación, el mismo tiempo. No se puede perder ni un segundo, si no quedas despedida. Un grupo de mujeres tienen que limpiar cada día 230 habitaciones en dos horas y cobrando 8 euros la hora. Unas condiciones horribles y un mensaje claro: lo vas a pasar fatal. Marianne, una mujer de 50 años que acaba de divorciarse y sin experiencia laboral descubre que “el ferry es lo peor”.

La gente real no puede dejar su trabajo si le aburre, ella sí puede hacerlo. Esa es la gran diferencia entre Marianne y sus compañeras.

“En un muelle en Normandia”, la película que se estrena en España el viernes 28 de enero, está basada en el libro El muelle de Ouistreham, de la periodista Florence Aubenas, que en 2008, en plena crisis económica, realizó una investigación inmersiva para sacar a la luz las humillaciones laborales, sociales y económicas que sufren las mujeres de este colectivo.

Como Aubenas, Marianne Winckler (Juliette Binoche) es una escritora que construye una nueva identidad para conseguir entrar en una empresa de limpieza y descubrir cómo viven las personas con una alta tasa de precariedad laboral. Desconoce lo dura que puede ser esa experiencia y limpiando camarotes acaba aprendiendo más de sí misma de lo que había imaginado.

Pero sobre todo, descubre a una mujeres excepcionales, abiertas y solidarias, como Chrysèle, para la que lo más importante en la vida son sus hijos, cubrir todas sus necesidades para que no les falte nada, dejando su vida en un segundo plano.

“Visibilizar lo invisible”

Marianne llega a Caen con una idea clara, visibilizar lo invisible, para ello tiene que explicar las experiencias que le aportan sus compañeras de trabajo, con las que poco a poco estrecha lazos y acaban siendo amigas. La película habla de solidaridad, amistad, sororidad y confianza. ¿Pero dónde queda la confianza cuando estalla la verdad? ¿Qué pasará cuando la verdad salga a la luz? ¿Se sentirán utilizadas? ¿Entenderán que solo quiere visibilizarlas? Aunque viva como ellas, está allí de paso y luego volverá a sus comodidades y lujos.

“Lo que quiero contar es más fuerte que mis dudas”. Ese es el motor que le lleva a continuar “aprovechándose” de la confianza que le otorgan sus nuevas amigas. Ellas le enseñan a ser rápida limpiando, a cumplir las normas de los patrones, a no perder ni un minuto cambiando las camas de los camarotes, a limpiar los váteres.

La película habla también de sororidad femenina, de momentos de diversión, de camaradería, de amistad. Aunque es amable no deja de ser necesaria para visibilizar las vidas de estas mujeres que diariamente pasan por la humillación de unos bajos sueldos y del trato personal de la gente con la que se cruzan.

El director hace un esfuerzo por mostrar en qué consiste el trabajo, sus dificultades, su remuneración, la forma en que organizan su vida. La película no consigue implicar al espectador en la dureza de la situación, porque trata muy superficialmente la situación de estas trabajadoras y todo es bastante «inmaculado», en un mundo en el que predomina la suciedad y el desorden, sin profundizar en las injustas condiciones laborales.

No es la primera vez que el cine francés trata este tema. En 2016, el cineasta francés Philippe Faucon consiguió el César a la mejor película por “Fatima”,el retrato de una mujer de la limpieza magrebí que trabajaba en Lyon, encadenando jornadas laborales para mantener a su familia y mejorar las perspectivas de futuro de sus hijos. En 2011, la escritora y directora franco marroquí Saphia Azzeddine, presentó la película “Mi padre es una mujer de la limpieza”, sin olvidar “Diario de una camarera” de Luis Buñuel, rodada en1964.

Carrère, director y escritor

Película dirigida por Emmanuel Carrère, excepto la protagonista, Juliette Binoche, el resto del reparto son actrices amateurs, que salvan con dignidad sus papeles.

El escritor, guionista y director Emmanuel Carrère nació en París el 9 de diciembre de 1957. Diplomado por el Instituto de Estudios Políticos de París, debutó como crítico de cine en las revistas Positif y Télérama. En 1982 publicó su primera obra, Werner Herzog, monografía sobre el realizador, y al año siguiente apareció su primera novela, L’amie du jaguar. Tras varias publicaciones más en 1986 publicó “La moustache” que en 2005 adaptó al cine él mismo. Ha sido miembro del jurado internacional del Festival de Cannes (2010) y del jurado del Cinéfondation, así como de la sección de cortos de Cannes (2012). En 2015 fue miembro del jurado del Festival Internacional de Cine de Venecia.

Entre sus obras destaca El adversario, Una novela rusa, De vidas ajenas, Limónov, El Reino, Conviene tener un sitio adonde ir, Calais, Yo estoy vivo y vosotros estais muertos, Bravura, El bigote, Una semana en la nieve, Fuera de juego y Yoga. Por su obra literaria obtuvo el Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2021. Con esta película inauguró la Quincena de realizadores de Cannes y fue distinguido con el premio del público a la mejor película europea en el Festival de San Sebastián.