Veteranía, prestigio y la fidelidad de su público definen las ocho décadas de historia que acumula a sus espaldas la Quincena Musical de San Sebastián. Creada en 1939 por los hosteleros y comerciantes donostiarras para ampliar la oferta estival de la ciudad, la Quincena se ha convertido en todo un símbolo cultural gracias a la calidad de una programación por la que han pasado muchas de las grandes orquestas y artistas de la escena musical clásica a nivel mundial.
“Los 80 años de la Quincena Musical han sido y son un punto de encuentro de un número muy significativo de solistas, directores, orquestas y de bailarines clásicos, flamencos y modernos, más interesantes. Es como un inmenso tapiz en el que está dibujada la historia de la música de las últimas ocho décadas”, destaca Patrick Alfaya, director de la cita, sobre la efeméride. “Sin duda, la Quincena ha sido importantísima en la vida artística vasca, española y europea, lo cual ha servido de sustrato para que en la actualidad tengamos tantos artistas, orquestas, teatros y compañías de danza. El hecho de empezar un festival en 1939, con una España oscura, destruida y hambrienta, y con una Europa que se hundía en la guerra más devastadora que hayamos conocido, fue un acto de valor y a la vez de humanidad, de destacar una de las cualidades que nos hace más humanos: la creatividad”.
Esta especial 80ª edición del festival, que incluye 90 propuestas -repartidas en 10 ciclos por diferentes localidades de Guipúzcoa, Álava, Navarra e Iparralde-, se desarrollará a lo largo de todo el mes de agosto para celebrar un cumpleaños redondo. Previamente, se inaugurará una exposición conmemorativa que se podrá visitar desde el 10 de julio, y hasta el final de esta Quincena, en el Museo de San Telmo. La muestra recorre la evolución del festival como espejo de San Sebastián, desde su nacimiento en 1939 tras la Guerra Civil hasta nuestros días.
En sus inicios, la Quincena Musical recogió el testigo de la tradición musical donostiarra, que orbitaba en torno al Conservatorio Municipal, creado en 1879, el Orfeón Donostiarra, las orquestas del Gran Casino o los grandes artistas europeos que buscaron refugio durante la Primera Guerra Mundial en el Teatro Victoria Eugenia. Al gran prestigio del que goza actualmente ha contribuido una programación con directores y agrupaciones de primer nivel, como la Filarmónica de Berlín, la Sinfónica de Londres, Cleveland, Scala de Milán, San Petersburgo, Royal Concertgebouw, Radio de Baviera, Filarmónica Checa, Nacional de Francia, Nacional de España o la Sinfónica de Euskadi; directores como Ataúlfo Argenta, Daniel Barenboim, Sir Colin Davis, Charles Münch, Vaclav Neumann, Riccardo Chailly, Rafael Frühbeck de Burgos, Riccardo Muti, Zubin Mehta, John Elliot Gardiner, Sergiu Celebidache, Ivan Fischer, Valeri Gergiev, Igor Markevitch o Lorin Maazel; compañías de ballet y teatro como La Fura dels Baus, el New York City Ballet, El Bolshoi, La compañía de Antonio Gades, Ballet Nacional, Compañía Nacional de Danza, Tokyo Ballet, London Festival Ballet, Béjart, Scala de Milán o Marqués de Cuevas.
También han pasado por la Quincena cantantes legendarios como Plácido Domingo, Alfredo Kraus, Luciano Pavarotti, Juan Diego Flórez, José Carreras, Beniamino Gigli, Jessye Norman, Montserrat Caballé, Teresa Berganza o Mirella Freni, Giuseppe di Stefano, Mario del Monaco; solistas como Nicanor Zabaleta, Narciso Yepes, Arthur Rubinstein, Henryk Szeryng, Alicia de Larrocha, Alfred Brendel, Martha Argerich, Arturo Benedetti Michelangeli, Itzak Perlman, Nikita Magaloff, Maria João Pires, Mstislav Rostropóvich, Jordi Savall o Christian Zacharias; y directores de escena como Pier Luigi Pizzi, Giancarlo de Monaco, Emilio Sagi, Nicolas Joel, Lindsay Kemp o David Ritch, entre muchos otros. Sin olvidarse nunca de orquestas y agrupaciones vascas o de cantautores como Antton Valverde, Xavier Lete o Mikel Laboa. La presencia de estos grandes nombres se ha complementado con la promoción de jóvenes intérpretes y nuevos talentos, como lo fueron en su momento Ainhoa Arteta, Asier Polo, Carlos Mena, Lucía Lacarra o Juanjo Mena, que dieron sus primeros pasos artísticos en el festival.
A lo largo de sus 80 años, la Quincena ha encargado numerosas obras y ha puesto en marcha producciones propias y coproducciones con otros festivales e instituciones culturales como el Los Proms, Teatro Colón de Buenos Aires, Festival Internacional de Santander, el Festival de Verano de San Lorenzo de El Escorial, Ópera de Oviedo, Gran Teatro de Córdoba, Festival Internacional de Música y Danza de Granada, y un largo etcétera.
La primera edición de la Quincena Musical tuvo lugar en el hoy desaparecido Teatro Gran Kursaal, pero ya en 1940 se celebró en el Teatro Victoria Eugenia, que se convertiría en sede oficial hasta 1999, fecha en la que el festival volvió al reinaugurado Auditorio Kursaal. Ambos escenarios son hoy sedes principales de la Quincena.
Hasta finales de los años sesenta la ópera fue la protagonista del festival. En 1979, tras unos años difíciles para la Quincena, el Ayuntamiento de San Sebastián tomó las riendas del festival, dirigido desde entonces, y hasta 2009, por José Antonio Echenique. Le sucedió en el cargo Patrick Alfaya, actual director. Por otro lado, los carteles han corrido a cargo de prestigiosos ilustradores y artistas como Eduardo Chillida, Vicente Ameztoy, José Luis Zumeta, Cristina Iglesias, Elena Odriozola, Mikel Urmeneta (Kukuxumuxu), Iván Zulueta, Agustín Ibarrola, o Alberto Schommer, entre otros.
Desde el año 2010 el festival planifica y establece metodologías de gestión ambiental para minimizar y prevenir la contaminación. Dentro de este marco de trabajo, la Quincena ha puesto en marcha sistemas para reducir del impacto ambiental generado por los gases de efecto invernadero. Todo ello hace de la Quincena Musical de San Sebastián un festival de referencia, un festival verde.
En esta edición tan especial, la Quincena contará con el regreso de la soprano Ainhoa Arteta en la ópera Madama Butterfly, la nueva producción del ballet de Víctor Ullate con Lucía Lacarra a la cabeza, un ciclo sinfónico inaugurado por la Mahler Chamber Orchestra y el estreno de una obra de Ángel Illarramendi. También vuelve a este escenario el director de orquesta Juanjo Mena, que se pondrá al frente de la London Philharmonic Orchestra. Asimismo, visitarán San Sebastián destacados directores, solistas y orquestas nacionales e internacionales, como Jakub Hrůša o la Orchestre de Paris con Daniel Harding; los pianistas Seong-Jin Cho, Javier Perianes y Khatia Buniatishvili. Además de contar con las actuaciones de Antoine Tamestit, uno de los más grandes violas del momento; la violinista Hillary Hahn, ganadora de tres Grammy; el Ballet Flamenco de Andalucía, el Orfeón Donostiarra, la Deutsche Kammerphilarmonie de Bremen y la Mahler Chamber Orchestra, entre otras.
Entre la programación de esta Quincena destaca también El castillo de Barba Azul, de Bartók, ópera en versión concierto que ofrecerá la Orquesta Sinfónica de Euskadi, y Lau noten opera, escrita por Tom Johnson, interpretada en euskera por primera vez. Ángel Illarramendi estrenará también una obra sobre el guipuzcoano Juan Sebastián Elcano, un encargo del festival para conmemorar la partida de la expedición de Magallanes desde Cádiz en 1519.
NdP