Este año celebramos varios centenarios de famosos y reconocidos artistas y escritores europeos. Los más importantes están a punto de celebrarse. Son los 400 años de la muerte del inglés William Shakespeare y del español Miguel de Cervantes, muertos con unas horas de diferencia en abril de 1616. Cien años antes moría el Bosco.
Pero también se recuerda el centenario de la muerte del nicaragüense Rubén Darío, que vivió una década en varios países de Europa, entre ellos España, Francia, Alemania, Inglaterra e Italia. Centenario para otro europeo de adopción. El escritor estadounidense, Henry James, autor de «Otra vuelta de tuerca», o «La copa dorada»…. fallecido en Londres en 1916. Ese mismo año también morían el escultor y pintor francés Georges Lacombe, el escritor británico Hector Hugh, conocido por el seudónimo «Saki» y el polaco Henryk Sienkiewicz, premio Nobel de Literatura en 1905.
Algunas de estas conmemoraciones han coincidido con descubrimientos insólitos. Es el caso de los aniversarios de Mozart, El Bosco y Shakespeare.
Este año se cumplen los 260 años del nacimiento del músico austríaco, Wolfgang Amadeus Mozart. Coincidencia o no, a principios de año se encontraba en el museo Nacional de Música de Praga la cantata K477, compuesta conjuntamente por Mozart y Antonio Salieri, que se creía perdida. Esta composición acaba también con un falso rumor: Las malas relaciones entre el italiano y el austríaco…. incluso se dijo que Salieri llegó a tramar la muerte del Mozart cegado por la envidia. Un chisme fundamentado en un cuento del novelista ruso Alexander Pushkin, más tarde amplificada por la obra teatral «Amadeus», del inglés Peter Shaffer y adaptada al cine por el director checo Milos Forman. La obra, recuperada en Praga, está basada en un libreto de Lorenzo da Ponte.
También el Bosco nos guardaba una sorpresa para celebrar el quinto centenario de su muerte. Amelia Hamric, una estadounidense aficionada a la música, descubrió en 2014, una pequeña y básica partitura musical que había permanecido más de 500 años oculta en el famoso tríptico «En el jardín de las delicias». Aparece en el panel derecho en la escena del infierno. Del centenar de figuras que el pintor holandés dibujó en su cuadro, el trasero de una de las personas torturadas tiene marcadas unas notas musicales, que Hamric recuperó del anonimato.
Escribió una de las frases más repetidas y conocidas del mundo: «Ser o no ser». Shakespeare murió en Londres en 1616, hace 400 años. En Escocia han encontrado recientemente una copia del First Folio, como se conoce a la primera publicación del teatro completo del escritor inglés y que reúne 36 de obras de teatro. El libro estaba en la biblioteca del marqués de Bute, y ha sido autentificado por expertos de la Universidad de Oxford. Se publicó en 1623 y forma parte de las 234 copias que se conservan de una tirada de 800 ejemplares, y gracias a los cuales se conocen la mitad de las obras del dramaturgo, que de otra manera se habrían perdido.
Hace un año estuvieron a punto de descubrir el lugar donde enterraron al gran escritor español Miguel de Cervantes. Al final, los arqueólogos no pudieron confirmar que los restos fueran del autor de «El Quijote», que parece querer guardar el misterio durante muchos más años.
Quien sabe si todos ellos nos guardan algún otro secreto.