Víctor Frankenstein vuelve al cine
Hay quien considera que Mary Shelley, escribió la primera historia moderna de ciencia ficción con su obra «Frankenstein o el moderno Prometeo». Publicada el 1 de enero de 1818 esta novela de terror gótico, ha atraído a cineastas desde principios del siglo XX. Su personaje principal es Víctor Frankenstein, un estudiante de medicina que quiere desentrañar la misteriosa alma del hombre. Crea un cuerpo uniendo distintas partes de cadáveres diseccionados y consigue darle «vida» mediante una chispa eléctrica. Ahí nace un monstruo de casi dos metros y medio de altura. Al darse cuenta de su atrocidad, el investigador rechaza espantado a su horrorosa criatura.
El literario doctor Frankenstein intentó, como Prometeo, engendrar a un «hombre», suplantando así a un posible creador omnipotente y añadiendo al debate filosófico la polémica sobre los peligros de las perversiones de la investigación científica.
Víctor Frankenstein (2016)
Un Frankenstein, sin Frankenstein, la nueva película sobre el monstruo es una adaptación muy libre y sui generis del libro escrito por Mary Shelley. Paul McGuigan, el director, ha querido dar protagonismo al creador del monstruo y a su brillante asistente, Igor. Éste, pasa a transmitirnos las sensaciones que siempre se han ligado al desdichado ser creado por el lunático investigador. El papel interpretado por Daniel Radcliffe es un pobre jorobado y payaso de circo, rescatado de su semiesclavitud por el doctor (James McAcoy), para convertirlo en su asistente. La historia se cuenta desde su punto de vista y la película nos muestra un mundo terrorífico, aunque conmovedor, tocando temas como la amistad, el perdón, y el enfrentamiento entre la ciencia y el pensamiento religioso.
Ambos actores interpretan esta dinámica y emocionante visión de la legendaria historia. El científico radical Víctor Frankenstein (James McAvoy) y su protegido e igualmente lúcido Igor Strausman (Daniel Radcliffe) comparten la noble visión de ayudar al mundo a través de sus revolucionarias investigaciones sobre la inmortalidad. Pero cuando los planes de Víctor entran en una espiral fuera de control con consecuencias espeluznantes, Igor es el único que podrá salvarle de sí mismo y de su monstruosa creación. La película no aporta gran cosa más de lo que hemos visto en otras tantas películas sobre el personaje literario en el último siglo. A pesar de sus actuaciones, los dos actores principales intentan salvar la cinta, pero sin conseguirlo demasiado, por debilidades del guión. McGuigan, director de series de la BBC como Sherlock o películas como Caso Slevin, demuestra su buen gusto recreando el Londres victoriano y nos permite revivir en una entretenida película a este monstruo tan familiar.
Otras películas sobre Frankenstein
Una de las más recordadas es Frankenstein, el hombre que creo a un monstruo, dirigida en 1931 por James Whale y considerada una de las 100 mejores películas de todos los tiempos. En 1935, el propio Whale dirigiriría La novia de Frankenstein en la que repetía como actor principal el británico Boris Karloff, que cuatro años más tarde protagonizaría El hijo de Frankenstein, dirigida en esa ocasión por Rowland V. Lee. En versiones posteriores, el monstruo se mezcló con personajes como el hombre lobo o Drácula. En 1974, Mel Books realizó la parodia El jovencito Frankenstein y 20 años más tarde Kenneth Branagh estrena una nueva versión, protagonizada por Robert de Niro y diez más tarde (2004) Van Helsing vuelve a reunir al monstruo con el conde Drácula.
El director que se ha sentido más atraído por este personaje ha sido el británico Terence Fisher, que filmó La maldición de Frankenstein, (1957), Frankenstein creó a la mujer (1967), El cerebro de Frankenstein, (1969) y Frankenstein y el monstruo del infierno (1974).
El cine español tampoco ha rehusado imaginar a este engendro literario, con las adaptaciones de Jesús Franco Dracula contra Frankenstein, en 1971 y La maldición de Frankenstein en 1972. En 1988, Gonzalo Suárez filmó Remando al viento y Víctor Erice El espíritu de la colmena, en 1973.
Frankenstein en ballet
Todos creemos que conocemos la historia de Frankenstein, pero ¿realmente es así? Liam Scarlett, nos muestra su oscura belleza. Scarlett, coréografo del Royal Ballet de Londres, estrena en mayo en el Covent Garden de la capital británica y a finales de año en el San Francisco Ballet, una obra basada en el personaje literario, destacando el amor y la responsabilidad que emana de la obra de Shelley, reflejando el alma de lo que escribió la autora británica, aumentado con la música escalofriante y pasional que emana de la partitura de Lowell Liebermann. Los bailarines lucen los suntuosos trajes diseñados para la ocasión por John Macfarlane, que nos evoca la riqueza del siglo XVIII. Según la presentación de sus autores, esta obra es más una historia de amor, que la historia de un monstruo. Es una reflexión sobre lo que significa ser humano.
A punto de cumplir doscientos años, el personaje sigue presente en el imaginario cultural y ha aparecido en cómics o programas de televisión como Dragon Ball, Los Simpson, la Familia Adams, Expediente X, etc… Aprovechando su última aparición cinematográfica ¿porqué no releer o revisionar a este clásico de la literatura de ciencia ficción?
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