Los países europeos y la ONU se han solidarizado con Suecia «contra el terrorismo» y califican el ataque de «atroz». El atentado de esta tarde en un paseo peatonal del centro de Estocolmo, ha causado la muerte de 4 personas y ha herido a otros 12 transeúntes.
«Condenamos el ataque violento en Suecia», ha explicado en un comunicado el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres. El máximo responsables de Naciones Unidas desea que los responsables del ataque sean «llevados rápidamente ante la justicia». El presidente del Parlamento Europeo, el italiano Antonio Tajani, se ha mostrado «conmocionado» por el ataque, cuando «todavía estamos de duelo por la pérdida de inocentes, mientras nos mostramos firmemente unido contra el odio y el terror». «Un ataque contra cualquier Estado miembro es un ataque contra todos», ha declarado en un comunicado el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker.
«Sigo con atención el ataque de Estocolmo. Condolencias por las víctimas y deseo de recuperación a los heridos. Suecia nos tiene a su lado», ha escrito en Twitter el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy. El presidente francés, François Hollande ha expresado «su horror e indignación», haciendo hincapié en que «la lucha sin cuartel contra el terrorismo debe ser una prioridad de la solidaridad europea». «Estamos todos contra el terrorismo», ha escrito en un tuit el portavoz de la canciller alemana Angela Merkel, Steffen Seibert. «Que Suecia sea ahora víctima de un ataque terrorista nos sacude profundamente.»
«Esperamos que este acto atroz sea rápidamente esclarecido», han escrito en un comunicado conjunto los jefes de la diplomacia francesa y alemana, Jean-Marc Ayrault y Sigmar Gabriel. «En estos tiempos difíciles estamos junto a los suecos». Mientras, la alcaldesa de París Anne Hidalgo, ha escrito en Twitter que «esta medianoche, la ciudad de París apagará la Torre Eiffel en honor de las víctimas de este ataque.»
«Un día triste, pero creemos en la fuerza de los suecos», han tuiteado el jefe del gobierno belga Charles Michel. «Estamos juntos en esta lucha contra el terrorismo», ha escrito también en su cuenta de Twitter el primer ministro portugués Antonio Costa. Su homólogo holandés Mark Rutte ha lamentado la «pésima noticia», haciendo hincapié en que «los Países Bajos están preparados para ayudar si es necesario.»
El ministro italiano de Asuntos exteriores, Angelino Alfano, ha señalado que «tras los ataques de las últimas semanas en Londres y San Petersburgo, este es otro ataque dramático a nuestras ciudades, a nuestra manera de vivir y a nuestros valores más profundos». El responsable de la diplomacia austríaca, Sebastian Kurz, se ha mostrado «muy afectado por estos trágicos sucesos.» «Estamos al lado de nuestros amigos suecos en esta hora de dolor. Lucharemos juntos contra todas las formas de terrorismo». Su homólogo húngaro ha condendo el «acto despreciable», diciendo que está en «en estado de shock.» «El pueblo sueco puede contar con Hungría en la lucha contra el terrorismo», mientras que Polonia, Lituania y Estonia también han expresado sus condolencias a las familias.
Por su parte ,el presidente ruso Vladimir Putin ha dicho que «en este momento difíciles, los rusos lloran con el pueblo sueco», y añade que «en nuestro país, conocemos bien los efectos de los delitos de terrorismo internacional», recordando el ataque que mató a 13 personas en el metro de San Petersburgo.
Suecia tiene fama de país tranquilo, avanzado, con un alto nivel de vida, y solidario. Siempre ha sido un atractivo para decenas de miles de solicitantes de asilo y refugiados. Primero acogió a los que huían de las dictaduras latinoamericanas, luego a los procedentes de países africanos y de Oriente Medio. Actualmente representan un diez por ciento de la población total, de unos 9 millones y medio de habitantes. La tradicional política de acogida sueca cambió drásticamente en 2015, cuando las autoridades consideraron que las oleadas de refugiados de Oriente Medio (principalmente sirios, iraquíes y afganos) estaban poniendo en peligro el nivel de bienestar social del país.
La literatura de los últimos años, principalmente la novela negra, rompe esa idea de país perfecto que ha mantenido durante décadas y presenta las grietas de una país que hace tiempo dejó de ser la referencia europea de los estándars de bienestar. Una sociedad segura, sin apenas desempleo, y con un sólido sector industrial, se vio vapuleada por el asesinato del primer ministro socialdemócrata Olof Palme en 1986,un auténtico aldabonazo para los ciudadanos y un punto de inflexión en un país que presumía de seguridad.
Suecia ha sido objeto solo en una ocasión de un ataque terrorista similar al de hoy. Fue en diciembre de 2010, cuando un iraquí, nacionalizado sueco, llevó a cabo un atentado suicida con bomba en el centro de Estocolmo, que dejó a dos transeúntes heridos. Dejó una nota acusando a Suecia de tener soldados en Afganistán. Y recordando que un dibujante sueco, Lars Vilks, había hecho una caricatura ofensiva contra Alá.
La utilización de un coche o camión lanzado a gran velocidad contra peatones, es un procedimiento conocido y reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico en otras ciudades Londres, Berlín o Niza. Los terroristas en Europa han utilizado también trenes, metros y aeropuertos en un intento de extender el horror por las ciudades europeas. Los últimos ataques así lo demuestran.