La ONG francesa, Arquitectos de emergencia (Arquitectos de l’Urgence) ha lanzado un concurso internacional para crear mobiliario antisísmico que evite la alta mortandad que han provocado algunos terremotos de relativa baja intensidad, como fue el de Amatrice a finales de agosto. Según los responsables de esta ONG, en la universidad de Turquía, durante el terremoto de 2004, los armarios metálicos apoyados en la pared salvaron a muchos de niños de morir aplastados. También defienden que se deben reforzar los edificios más antiguos donde muchas veces sus propietarios no realizan reformas porque no reciben ayudas financieras.
Aunque el seismo de Norcia, el fin de semana pasado, no ha provocado víctimas, si produjo grandes daños materiales en viviendas antiguas. «Muchas personas no refuerzan sus viviendas, porque el coste de los trabajos necesarios rara vez está al alcance de los propietarios», señalan en un comunicado, en el que recuerdan que esto hace que «las regulaciones en materia de construcciones resistentes a los terremotos generalmente no se aplican en los hogares».
El presidente de AUF, Patrick Coulombel, explicaba hace unas semanas, que «las viejas construcciones del municipio de Amatrice y de las poblaciones de alrededor, así como las de l’Aquila, son comparables a las de Nepal, muchas estaban construidas en piedra o con ladrillos, y habían utilizado tierra o arcilla, que son materiales no concebidos para resistir terremotos». Recuerda que los movimientos superaban por poco la intensidad 6 de la escala Richter, muy lejos de las magnitudes de Haití, Pakistán, Japón o Chile. En estos últimos países ese tipo de terremotos, dice Coulombel, causan normalmente menos víctimas.
Arquitectos de emergencia ha lanzado un concurso internacional para proporcionar soluciones de alojamiento con la creación de muebles antisísmicos a bajo coste, reproducibles en serie y limitar así la pérdida de propiedades y sobre todo de personas en caso de que las casas colapsen. El concurso está abierto a grupos de arquitectos, ingenieros, y diseñadores y además buscan un fabricante capaz de hacerse cargo de la producción en serie. Se trata de buscar un prototipo de mueble que pueda fabricarse y adaptarse a las zonas con riesgo sísmico.
Desde el terremoto de magnitud 6,6 que estremeció Italia el domingo, se han producido más de 1.100 réplicas. El movimiento telúrico, el más potente de los últimos 36 años en Italia, se sitió en casi todo el país. Se calcula que unas 100.000 personas se han visto afectadas directa o indirectamente por el nuevo seismo, ya sea porque han perdido sus casas y propiedades o porque han tenido que abandonar sus viviendas. Algunos han sido trasladados a hoteles de la costa, lugares más tranquilos, otros están en casas de familiares y algunos duermen en sus automóviles.
La basílica de San Benito de Norcia, ha quedado reducida a su fachada. Es lo único que queda de esta joya arquitectónica del siglo XIV, dedicada al fundador de los benedictinos, y se ha convertido en el símbolo de esta nueva tragedia. La localidad de Norcia ha sido la más castigada, siendo declarada «zona cero» por los bomberos. Numerosos edificios se han venido abajo y ya no queda ningún vecino. La mayoría se habían ido tras los seísmos del miércoles, los últimos fueron desalojados el domingo.
El epicentro del terremoto se produjo cerca de esta ciudad, pero otros municipios como Castelsantangelo, Preci y Visso, también sufrieron la violencia del seismo. Se trata de una zona montañosa entre las regiones de Umbria y Las Marcas, muy cerca de los Abruzzos, donde se encuentra l’Aquila y Amatrice, las ciudades más afectadas por los terremotos de 2009 y el pasado 24 de agosto.