Georg Friedrich Händel era una empresario de éxito en su época y se permitÃa el lujo de contratar a los mejores artistas para que representaran sus óperas. Rodelinda, estrenada en el King’s Theatre de Londres en 1725, fue un ejemplo de aquel poderÃo.  No solo tenÃa una gran perspectiva empresarial sino que también tenÃa visión de futuro. Compuesta hace casi 300 años, esta obra sigue planteando un tema tan actual como la lucha por el poder.
A partir del 24 de marzo, podremos escuchar por primera vez en el Teatro Real de Madrid, cuando todavÃa resuena el éxito de la última producción que se ha representado en el coliseo madrileño «Billy Budd». Es una de las 42 óperas compuestas en estilo italiano por el compositor germanobritánico. Una de las dificultades a las que ha tenido que enfrentarse el director musical, Ivor Bolton y la orquesta, ha sido la adaptación de una obra eminentemente barroca a la música habitual de los músicos del Teatro Real. La partitura alterna los recitativos y las arias; la palabra, la música y busca la destreza de los cantantes para explorar los caminos de la emoción humana. «Rodelinda, dice Bolton, nos ha obligado a trabajar muy duro pero estoy encantado con el trabajo de la orquesta». El director musical resalta que «aunque las arias tienen una estructura repetitiva ABA, en este caso con la misma música se da una dimensión distinta».
Rodelinda, que Händel compuso entre dos éxitos como Julio César y Tamerlán, es uno de los pocos tÃtulos del mundo de la ópera que exalta el valor del amor conyugal.  El músico-empresario británico tenÃa una gran habilidad para promocionar el espectáculo y para contratar a las mejores voces de la época, por eso quizá se atrevió a escribir un papel tan extenso para un tenor, pero él se vio inspirado por el virtuosismo de los cantantes a los que contrató para que representaran a los principales protagonistas de este ópera, que tiene una duración de 3 horas y media. En Madrid, el papel protagonista será interpretado por las sopranos Lucy Crowe y Sabina Puértolas. Junto a ellas estarán los contratenores Bejun Mehta y Xaviar Sabata (Bertarido) y Lawerence Zazzo y Christopher Ainslie (Unulfo). En el reparto, los tenores Jeremy Ovenden y Juan Sancho, las mezzosopranos Sonia Prina y Lidia Vinyes Curtis (Eduige) y los bajos Umberto Chiummo y José Antonio López (Garibaldo).
El gran presente, pero que no canta es Flavio, el hijo de Rodelinda. El director de escena, el alemán Claus Guth, ha decidido contar la historia a través de los ojos de este niño, que vive la dramática situación mediante sueños, miradas y dibujos infantiles, proyectados en los muros de la casa de estilo georgiano, a donde se traslada la acción. Para la escenografÃa y vestuario, Guth vuelve a trabajar con su colaborador habitual Christian Schmidt.
Aunque la versión original se sitúa en Milán, Guth nos traslada a una casa principesca en medio de ninguna parte. Restos de la devastación parecen inmiscuirse por todas partes en un hogar que ya no ofrece protección y donde se lucha ferozmente por el poder. Un niño, Flavio, se convierte en testigo de luchas de poder, ansiedades ante posibles pérdidas, deseos y codicia de personas que una vez fueron su familia. El padre ha asesinado al tÃo; un extraño corteja a su madre, del que, sin embargo, está enamorado la tÃa (viuda); y su padre -al que creÃa muerto-, aparece cuando menos se le espera. El intrÃngulis familiar es tan complicado de entender, que al principio de la representación se explica a los asistentes el árbol genealógico.
Para Guth el contexto de esta historia resulta cercano porque pone de relieve “conflictos familiaresâ€, a diferencia de la anterior obra de Haëndel Julio César.  Joan Matabosch, cree que «este es un ejemplo de amor conyugal, que se ve pocas veces en la ópera» mientra Ivor Bolton, la define como una “historia atemporal†con situaciones “de absoluta actualidadâ€. El director musical va más allá y destaca que refleja conflictos humanos reales que nos permiten «detenernos y reflexionar sobre los errores que repite siempre el ser humano». El músico británico, se atreve incluso a hacer un paralelismo con el Brexit «que está dividido de forma visceral entre quienes quieren quedarse y los que quieren irse».
Rodelinda es una nueva coproducción del Teatro Real de Madrid, junto con la Oper Frankfurt, la Opéra National de Lyon y el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Por cierto los patronatos del Liceu y el Real se reunirán por segunda vez en 15 años, para intercambiar opiniones y trabajo. Lo harán poco antes del estreno el 24 de marzo. Las 8 representaciones previstas en la capital española se alargarán hasta el 5 de abril.