4D infonet



                                                    twitter facebook youtube flickr

Recordando a las víctimas del holocausto

Auschwitz1

Tres comandantes y 6.500 miembros de las SS asesinaron a 1.100.000 personas en Auschwitz, los mataron porque pertenecían a una minoría molesta como los gitanos, por su orientación sexual, porque estaban afiliados o eran simpatizantes de partidos comunistas, porque criticaban la política nazi o, como en la mayoría de los casos, porque eran judíos, o porque eran prisioneros de guerra. Europa recuerda un año más la barbarie que centenares de miles de personas sufrieron en los campos de concentración y exterminio implantados por el nazismo en Alemania y Polonia.

«Para mí, Auschwitz no era más que una estación ferroviaria». Así declaraba durante su juicio, Franz Novak, funcionario de la Gestapo que coordinó la deportación de trenes al campo de exterminio de Auschwitz. Sí, casi un millón y medio de personas llegaron en tren, pero era más que una estación….. era un campo de exterminio, donde se cometieron algunas de las peores atrocidades de la humanidad.

Auschwitz_2_0

Ocurrió hace 72 años y no demasiado lejos, porque Madrid de Auschwitz está tan solo a 2.754 kilómetros. La exposición, «No hace mucho y no muy lejos» organizada por Musealia y coordinada con el Museo estatal de Auschwitz-Birkenau, puede visitarse hasta mediados de junio en la Centro de Exposiciones Arte Canal de Madrid. La muestra itinerante, que recorrerá 13 ciudades europeas y americanas, tiene en la capital española su primera parada. Una iniciativa que sirve para recordar a millones de ciudadanos en el mundo, que nunca se debe olvidar la historia, evitar que se repita y tratar de impedir que quede en el olvido.

Nada es ni se parecerá a lo que vivieron quienes cruzaron aquella puerta… pero podemos intentar imaginar que era subir a uno de aquellos vagones que estacionaron en el andén de Auschwitz….imaginar qué sintieron quienes se encontraron con las alambradas electrificadas y empezaron a andar dejando abandonadas las maletas y todos los recuerdos. Qué sintieron al ponerse el pijama de rayas y entrar en un barracón, donde se hacinaban en el suelo y las literas. Auschwitz es hoy una advertencia permanente de los peligros del odio y la intolerancia.

“Auschwitz no empezó con las muertes; empezó con palabras, estereotipos, prejuicios”, explicaba Pawel Sawicki, coordinador de la muestra, donde se puede leer las reflexiones de Raimund Pretzel -más conocido por el pseudónimo Sebastian Hoffner-, un abogado alemán exiliado en el Reino Unido. «Los nazis han hecho de los alemanes de todas partes sus camaradas y los han habituado a este narcótico desde la edad más temprana: en las Juventudes Hitlerianas, la SA, el Ejército y miles de campamentos y asociaciones. Todos son felices a más no poder, pero se han degradado hasta lo sumo; están muy satisfechos de si mismos, pero se han vuelto aborrecibles en igual grado; son orgullosos, pero despreciables e inhumanos».

«Piensan que están escalando montañas altísimas, cuando en realidad se arrastran por un pantano». Porque como ocurre en muchas ocasiones, la sociedad, arrastrada por líderes sin escrúpulos, calló y aceptó sus teorías. «Era una sociedad en la que los canales de información se utilizaban para contar mentiras, para crear odios, para poner a unos contra otros como pasa hoy: los medios tienen una gran responsabilidad en lo que está mal en el mundo», explica el director del museo de Auschwitz. Por eso la exposición también hace un repaso a lo que ocurrió en el país antes de la victoria de Hitler.

Se pueden ver unos 600 objetos procedentes del Museo estatal de Auschwitz-Birkenau. Entre ellos hay tres emblemas del campo , un barracón, uno de los vagones y unos zapatos. En un fragmento del libro «Vi una montaña», de Moshe Schulstein, se lee…. «Somos zapatos de nietos y abuelos, de Praga, París y de Amsterdam, y, como somos de tela y de cuero -y no de carne y hueso- nos hemos salvado de arder en el infierno».

Es lo que encontraron los rusos cuando a principios de 1945 llegaron a aquel terrible lugar. «La mañana del 27 de enero, nuestras tropas han liberado Auschwitz y Birkenau, dos campos de concentración de tamaño inmenso. Los alemanes han huido». Cuando el general de división Iván Maksimóvich, entró en el recinto con sus soldados, encontraron los restos de la barbarie.

1-big

George Santayana dijo que «aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo», por eso la Unesco declaró los campos Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau patrimonio de la humanidad en 1979, para que nunca se olvide aquella barbarie e infamia. En 2018 hay todavía supervivientes de Auschwitz con nosotros, están vivos, tienen ochenta y muchos años o noventa y tantos.

Jorge Semprún exministro de cultura español y superviviente de los campos de concentración de Buchenwald dijo en 1998: «La experiencia de la aniquilación de los judíos europeos posee la peculiaridad trágica de que no hay supervivientes que puedan dar su testimonio. Hay, claro, supervivientes de Auschwitz; pero no de las cámaras de gas. En todas las matanzas de la historia ha habido supervivientes, testigos directos que estuvieron allí. En las cámaras de gas murieron cientos de miles de judíos de toda condición social, de todas las edades, hombres y mujeres, niños y ancianos, y ninguno puede testificar. Tenemos pruebas, pero no testimonios. En la memoria colectiva de la humanidad, legendaria o histórica, fabulosa o documental, existirá siempre este vacío ontológico: nadie podrá decirnos nunca lo que fue estar allí».

Y lo peor de todo,  los organizadores de la exposición nos recuerdan, que «sucedió y en consecuencia puede volver a suceder». «No hace mucho, no muy lejos».

Auschwitz, la importancia de recuperar la memoria histórica

@angelaGonzaloM
@Viaje a Itaca

Facebooktwitterredditpinterestlinkedintumblrmail

Agenda Cultural

«Caballeros. (Chevaliers)»

Castillo de los duques de Bretaña, Nantes, Hasta el 20 de abril de 2025

Presenta por primera vez en Europa una colección excepcional de armas y armaduras europeas de la Edad Media y el Renacimiento. A través de más de 150 piezas procedentes de la colección del Museo Stibbert de Florencia, la muestra explora la figura del caballero, su papel en la sociedad medieval, su código de honor y los rituales, como torneos y justas.

La afición por los objetos de caballería renace dentro de la corriente del resurgimiento del gótico romántico que caracteriza a la Europa decimonónica.

Aborda nuevos temas, tales como la caballería francesa y bretona, el lugar de las mujeres en ese universo masculino y el mito del caballero en las artes, la literatura y el cine en los siglos XIX y XX.

En las RRSS

Fotografías

Created with flickr badge.

Videos

"ESA la frontera espacial de la UE"

Consejos de belleza de una mujer atacada con ácido en India