A punto de acabar el curso escolar. Decenas de miles de alumnos de segundo de bachillerato se enfrentan a un reto: escoger la universidad en la que realizaran sus estudios de grado. Otros tienen que elegir donde realizarán los cursos de posgrado, tesis doctorales o másters. El caso se complica si quieren estudiar en el extranjero. Varias organizaciones elaboran rankings de calidad, para ayudarles en su búsqueda, aunque algunos les critican de ser puro marketing.
En Europa la primera universidad que se creó fue la de Bolonia, en 1088, casi cien años después se fundó la de ParÃs. La más antigua de España es la de Salamanca, que empezó a dar clases en 1218. Ya entonces los objetivos de estos centros eran formar profesionales, profundizar en la investigación cientÃfica y mejorar la sociedad mediante el debate y la enseñanza del pensamiento crÃtico. Fueron siempre templos del saber de las clases más altas, y no fue hasta la Primera Guerra Mundial que se abrieron a las clases populares. Hoy en dÃa hay unos 20 millones de universitarios europeos.
La Universidad de Navarra ha organizado por segunda vez el foro BUR 2017, sobre la reputación de las universidades. En esta ocasión ha estado centrada en la perspectiva de los estudiantes.
Los centros de enseñanza superior en el continente tienen una caracterÃstica común: todos son diferentes según los paÃses, pero para Louise Simpson, directora de la red Reputación W100, tienen retos muy similares. «El dilema de las universidades europeas es si mantienen precios bajos y pierden calidad o si prefieren ser más selectivas. Otro problema es que son demasiado burocráticas y mantienen una administración muy pesada, y quizá deben decidir si se deben especializarse más».
Para Joe Avison, director de la revista The Chronicle of Higher Education, las universidades europeas tienden a ser muy tradicionales y les cuesta adaptarse a la globalización. «Cada paÃs es diferente, en Francia están muy dirigidas, las escandinavas son tradicionales, pero se fijan mucho en el modelo estadounidense, las alemanas son más prácticas, y mezclan la parte educativa y técnica».
Dasha Karzunina, es especialista en educación internacional de QS, una compañÃa británica especializada en educación y estudios en el extranjero. Cree que en general solo prestan atención a los rankings aquellos alumnos procedentes de paÃses en desarrollo, porque lo ven como una herramienta de futuro. «Los estudiantes tienen problemas para entender los rankings, porque no conocen la metodologÃa, aunque hemos comprobado que cuando el ranking es más simple lo entienden mejor».
La comunidad universitaria aprecia cada vez más diversificar la formación, y aumentar la pluralidad cultural de sus estudiantes. Josep Maria Vilalta, Secretario ejecutivo de la Asociación Catalana de Universidades Públicas, cree que en los centros españoles falta una visión más global. Para Vilalta, «un gobierno, como el de España o de cualquier Comunidad Autónoma financia al sector universitario para formar a sus ciudadanos, a sus profesionales. Eso lo hace con criterios muy locales y teniendo en cuenta sus necesidades decide si quiere tener más médicos, más veterinarios o más ingenieros especializados en una materia especÃfica. Y a veces, la propia universidad como está muy financiada para este reto más local descuida los retos más generales o más globalesâ€.
¿Pero la reputación la ven igual los rectores y profesores que los estudiantes? Parece que no. Los responsables universitarios buscan atraer a los mejores especialistas en cada materia, para seducir a los alumnos más sobresalientes y conseguir mejores resultados académicos, lo que les supone subir en el ranking.
Laura Venzal, estudiante de derecho y delegada de alumnos de la Universidad de Navarra, explica a Canal Europa, no solo lo que buscan los alumnos, sino que da consejos a los futuros estudiantes universitarios. “Primero, deben meterse en la web para ver las asignaturas y el currÃculum de la carrera que quiere estudiar, segundo, debe mirar las actividades extracurricular, o extraescolares que realiza el centro. También es importante que trate de averiguar la relación que mantiene tanto el centro universitario como los profesores, con los estudiantesâ€. Laura remite a las redes sociales para encontrar comentarios de antiguos alumnos o de otras personas que hayan tenido alguna relación con el centro, ya sean catedráticos o profesores asociados, etc…
A esta edición del Building Universities’ Reputation (BUR) de la Universidad de Navarra han asistido 250 personas de 23 paÃses y se ha centrado en la reputación de la universidad desde el punto de vista del estudiante. El Congreso internacional, celebrado cada dos años, ha contado con la colaboración de instituciones como la Conferencia de Rectores de Universidades españolas, Universia, el British Council, el observatorio internacional de rankings (IREG) y asociaciones de universidades como CASE y “World 100 Reputation Networkâ€.
Los responsables de algunos rankings más prestigiosos sobre educación superior, advierten de que “los rankings son un punto de referencia, pero es difÃcil captar con Ãndices la esencia de una universidadâ€.  Las universidades europeas llevan tiempo readaptándose a la globalización de sus estudiantes y profesores, pero no quieren perder su identidad histórica y cultural, su principal marca de calidad.