«Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña» reza un dicho muy popular. Y eso es lo que hacen los gestores de la DO vino de Rueda. Se plantan en Madrid y en un museo, el del ferrocarril, para acercar a los madrileños los atractivos que se «esconden», detrás de esa marca.
La reina Isabel la Católica, paseó por esos viñedos, por sus pinares y su paisaje que, a lo largo de la historia, han marcado el carácter de los agricultores de una tierra seca, pero rica en productos de la tierra. Principalmente vid y trigo. La Ruta del vino de Rueda se localiza en la provincia de Valladolid y está integrada por 14 municipios de gran riqueza gastronómica, vitivinícola e histórica. El Verdejo, la uva autóctona, confiere vinos vivos, frescos y amenos. Desde el siglo XI, cuando se empiezan a elaborar artesanalmente los primeros vinos, esta bebida ha estado estrechamente relacionada a la gastronomía de la zona. Veinte siglos después sus descendientes «beben» de esa tradición y la modernizan.
Se trata de un claro ejemplo de maridaje entre vino y cultura. Los caldos se trasladan de las bodegas al museo, y de Valladolid a Madrid. En una colaboración conjunta de las Rutas del vino de Rueda y Cigales, ambas D.O. han organizado un evento en la capital española el fin de semana del 21 y 22 de mayo. Aprovechando la «noche de los museos», se organizarán diversas actividades en el Museo del Ferrocarril de Madrid. La actividad divulgativa constará de varios estands con la oferta cultural que el viajero puede realizar si visita estos municipios, como recreaciones históricas, patrimonio, naturaleza, ocio y gastronomía.
Medina del Campo celebra entre el 26 y el 29 de mayo, la II Feria de enoturismo, para la que se han organizado visitas a bodegas, catas guiadas de vinos, quesos y aceites, jornadas profesionales y actividades lúdicas para niños y mayores. Los actos se centrarán en la Plaza Mayor de la Hispanidad, con una entrada gratuita y degustaciones que van desde los 2 a los 5€.
El vino se ha convertido en un motor económico de todas las zonas productoras, por lo que paralelamente se reunirá el I Congreso Internacional de rutas turísticas y desarrollo local.
Por eso en los últimos años se ha estrechado la colaboración entre restaurantes y bodegas. Del 3 al 26 de junio, la ruta del vino de Rueda da la posibilidad de poner en contacto directo a productores, hoteleros y consumidores, a través del maridaje. El representante de una bodega acudirá a un restaurante para realizar la cata de tres vinos, explicando las características de sus caldos y el perfil enoturístico de la bodega, por su parte el cocinero presentará cada uno de sus platos. Cada restaurante que participa en estas jornadas divulgativas ofrecerá un menú especialmente diseñado para maridar con los tres vinos pertenecientes a la bodega que se presenta, y que dispondrá de la oferta de «dos por uno» a los comensales, que podrán disfrutar de una visita guiada a los modernos lagares, donde se realizará la cata. Los precios de los menús se sitúan entre los 12 y los 35€ de media.
Los municipios de la ruta del vino de Rueda son Fresno el Viejo, La Seca, Matapozuelos, Medina del Campo, Mojados, Nava del Rey, Olmedo, Pozaldez, Tordesillas, Magdrigal de las Altas Torres, Villanueva de Duero, Villaverde de Medina, Rueda o Serrada. Una zona en la que hay grandes muestras de patrimonio histórico como el Castillo de la Mota, el Real monasterio de las Claras o la casa del Caballero de Olmedo. Durante la época de la vendimia se realizan varias fiestas y en Semana Santa destacan las celebraciones religiosas de Medina del Campo. En total hay unas 400 bodegas, muchas de ellas visitables.
La Denominación de Origen Cigales celebra sus veinticinco años. Abarca dos mil hectáreas de viñedo, entre Valladolid y Palencia, en las que trabajan 34 bodegas. Conocida antaño por sus claretes, ahora, con una gran variedad de vinos, afronta el reto de aumentar las exportaciones. La última añada fue calificada de excelente, por lo que exportar es vital. El presidente del Consejo Regulador, Pascual Herrera, ha dicho que «hasta ahora tenemos nuestro mercado exterior copado por los tintos por lo que queremos empujar el rosado, porque estamos convencidos, chovinismos aparte, que tenemos los mejores rosados y lo hemos demostrado en concursos internacionales como Cannes». En el mercado interior, se dirigen al ecoturismo y al vino ecológico para lo que algunas bodegas trabajan sin prácticamente química y cuidando el medio ambiente.
Actualizarse es imprescindible. El presidente de la Cooperativa «Cigales Torondos», Javier Maestro, recuerda que en 1956 tenían una variedad limitada de rosados y poco tinos, pero ahora producen tintos, verdejos, semidulces, rosados. Desde el Consejo Regulador de la DO, han trabajado para reconvertir el viñedo, reindustrializar las bodegas y potenciar el espíritu empresarial.