Melanija Knavs, la eslovena que sueña con llegar a la Casa Blanca

, nombre de soltera es ahora, Melania Trump, y puede ser la segunda europea en convertirse en primera dama de los Estados Unidos, si su marido, el magnate Donald Trump, llega a la presidencia de la Casa Blanca, en las elecciones de noviembre.

La exmodelo nació hace 45 años en Sevnica, una localidad montañosa del centro de Eslovenia, cuando el país formaba parte de Yugoslavia. Hija de un vendedor de coches y una trabajadora textil, la tercera esposa de Donald Trump había vivió su infancia, en un edificio de ocho pisos lejos del glamour que desde hace décadas le rodea. La familia asegura que nunca tuvieron relación con el Partido Comunista y sus compañeros de clase la recuerdan como «una estudiante excelente, muy organizada, disciplinada y de muy buenos modales». «Desde niña soñó con irse de aquí», decía una amiga de la infancia, y Melania lo consiguió. Buscando oportunidades llegó a Liubliana para continuar sus estudios de secundaria cuando el fotógrafo Stane Jerko la descubrió un día. Tenía lo que necesita una modelo y soñaba con triunfar en el mundo de las pasarelas. Era alta, mide 1,80 cm, refinada y de ojos azules .

En su curriculum, asegura que comenzó a desfilar por pasarelas con 16 años, que trabajó en Milán, París y Alemania y que aprendió idiomas. Habla fluidamente inglés, alemán, francés, italiano, y tiene como idiomas nativos el esloveno y el serbocroata. En 1996 decidió dar un paso más y después de cambiarse el nombre por el de Melania Knauss, se fue a vivir a Nueva York. En 1998 conoció al que más tarde sería su esposo, 24 años mayor que ella. Al año siguiente comenzaron a salir, se casaron en 2005 y un año más tarde nació su hijo Barron. Ese mismo año obtuvo la nacionalidad estadounidense.

Ha posado para varias revistas entre ellas Voge, donde lució su embarazo en la escalera del jet privado de Trump y apareció desnuda en la edición británica de GQ. Aunque hasta ahora ha intentado pasar desapercibida, su primera presentación en público fue en noviembre, en un acto del Partido Republicano en Carolina del Sur. En una entrevista en MSNBC dijo que se enamoró de Trump, «por su inteligencia» y destacó la capacidad de trabajo de su marido.

La primera intervención en público, esta semana durante la convención republicana, en la que se nombrará a su marido, candidato del partido conservador a la Casa Blanca, ha estado envuelta en polémica, al haber «plagiado» algunas frases de la actual primera dama estadounidense, Michelle Obama. Donald Trump, que ha hecho una campaña muy beligerante con los inmigrantes, asegurando que va a construir un muro en la frontera con México para frenar la inmigración latinoamericana y ha planteado suspender el ingreso temporal de los musulmanes a su país, tiene ya la primera contradicción en su propia casa. Melanija Knavs (Melanie Trump), no se pronuncia sobre este controvertido aspecto.

Sí ha destacado que ella misma era una inmigrante, pero que había acatado las leyes de Estados Unidos, adonde llegó con una visa de trabajo, para luego conseguir la residencia permanente y posteriormente la ciudadanía. “Nací en Eslovenia, en un pueblo pequeño que entonces era comunista”, dijo, y agregó que sus padres le inculcaron el amor por la moda, la belleza y los negocios, y por trabajar “por lo que quieres en la vida. Una parte de ese discurso parece haber sido copiado literalmente del que pronunció Michelle Obama en 2008”.

Igual que pasó en Kenia, cuando Barack Obama fue candidato a la Casa Blanca, en Eslovenia también están expectantes.