Llega la desternillante «Un italiano en Noruega»

Llega la película más taquillera de la historia del cine italiano. Son sus «8 apellidos vascos» o «Bienvenidos al norte». Una película divertida, llena de clichés sobre los italianos en general y los funcionarios en particular.

Es la cuarta película conjunta del director y guionista Gennaro Nunziante y del actor y también guionista, Checco Zalone. Ambos se han convertido en un fenómeno de taquilla y forman un tandem de éxito cinematográfico. Además de esta película han rodado grandes éxitos en Italia como Cado dalle nubi (2009), Che bella giornata (2011) y Sole a catinelle (2013). «Un italiano en Noruega» ha sido vista por 10 millones de espectadores, ha recaudado más de 66 millones de euros, y se ha mantenido en el número 1 durante cuatro semanas consecutivas. Este viernes llega a las pantallas españolas.

Una película que demuestra que italianos y españoles tenemos mucho en común, como la mamma, la defensa acérrima de la comida autóctona, la corrupción, unas estructuras administrativas obsoletas y pesadas y hasta compartimos la música y las vicisitudes amorosas de Albano y Romina Power.

Zalone encarna al italiano medio y en esta película, además, al funcionario típico, que se aferra a su puesto de trabajo, para no perder privilegios… y casi lo consigue.

Quo Vado?», título original traducido en España como «Un italiano en Noruega», parte de una situación real, la necesidad de readaptar la pesada y anticuada administración pública ante la crisis económica de 2009. Una reforma que fue rechazada por los ciudadanos en referendum y que supuso la dimisión del primer ministro, Matteo Renzi. La película se ríe de todos los estereotipos, utilizando el cliché de italiano caótico, corrupto, y funcionarial. En 2012, Anna Maria Cancellieri ministra italiana de interior, en el gobierno del tecnócrata Mario Monti, criticó a los jóvenes italianos porque a pesar de la crisis, preferían quedarse en su pueblo. Ante las críticas a las medidas contra el desempleo, Cancelliri dijo que los italianos estaban «aferrados a un empleo fijo en la misma ciudad y cerca de mamá y papá, en vez de buscar trabajo en otros lugares, o incluso en el extranjero».

Al principio de la película, Checco no se encuentra ni en Italia, ni en Noruega, sino en África, secuestrado por una tribu dogón. A ellos, y por supuesto a los espectadores, les explica su atribulada vida por su país y el mundo, con el único objetivo de no perder su plaza de funcionario. Al parecer el bien más preciado de su país. Además de un puesto fijo, también defiende los beneficios sociales que su pequeño cargo en una oficina local de concesión de permisos de caza le aporta, como es recibir regalos de los ciudadanos a cambio de una licencia. Unas obligaciones funcionariales, que él entiende que son simples favores.

En definitiva una película rodada para entretener a carcajada limpia, que lo consigue en numerosas ocasiones. Siempre de una forma sencilla y no muy exigente. Aunque en el transfondo de la cinta se habla de la crisis económica y el inmovilismo político y social del país transalpino, contraponiéndolas a una sociedad más moderna, organizada y limpia representada por los países nórdicos. Sin duda tópicos y estereotipos de ambas partes.

Ficha de «Un italiano en Noruega»

Dirección: Gennaro Nunziante.
Año: Italia, 2016.
Reparto: Checco Zalone, Eleonora Giovanardi, Sonia Bergamasco, Maurizio Micheli, Lino Banfi, Ludovica Modugno, Antonino Bruschetta, Paolo Pierobon.
Producción: Pietro Valsecchi.
Distribución: A Contracorriente Films.
Estreno: 28 de abril de 2017.