En 1952, una jovencísima Isabel ascendía al trono de Inglaterra. Ese mismo año Bill Rohan, de 18 años, ingresa en el servicio militar obligatorio y en su casa instalan por primera vez una antena de televisión. La primera imagen que la familia ve en su aparato, en blanco y negro, es la coronación de su reina… Una transmisión, celebrada el 2 de junio de 1953 y que fue seguida por 27 millones de personas. Este miércoles se convierte en la reina que más años ha portado sobre su cabeza la corona británica, rompiendo todo un récord. Coincidiendo con el 63 aniversario y siete meses de la coronación de Isabel II, el director John Boorman, presenta en España, «Reina y patria» (Queen and Country).
El prestigioso realizador británico (El sastre de Panamá) marca con un sentido del humor muy «british» una crítica -lígera y entretenida- de los ejércitos y de la família real británica a través de la historia de un joven llamado Bill, criado en Londres durante la Segunda Guerra Mundial, y que decide alistarse en el ejército para luchar en la guerra de Corea. Nunca llegó a Corea, pero junto a compañero del ejército, Percy, -un bromista amoral- se ven involucrados en una constante batalla de ingenios con un sargento y su superior.
Isabel II se ha convertido no solo en la monarca más longeva de su país, sino también en una de las más longevas del mundo, superando a su tatarabuela, la reina Victoria, que reinó entre 1837 y 1901.
Sus subditos han podido celebrar los jubileos de plata, oro y diamantes, este último coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En todo este tiempo la monarca ha vivido importantes momentos históricos mundiales, y ha compartido poder con 12 primeros ministros diferentes.
John Boorman, realiza un retrato fugaz a una de las críticas que ha perseguido a algunos familiares de la reina, y a la misma monarca a través del tiempo: la relación germanófila del tío de Isabel II, Eduardo VIII. Hace unos meses la família británica volvió a pasar un mal momento cuando el tabloide británico, «The Sun», publicó unas fotografías de la reina, que entonces tenía 7 años, realizando un saludo nazi con su familia en 1933, coincidiendo con la llegada al poder de Adolf Hitler. La foto fue tomada en el palacio de Balmoral, y en ella aparecen su tío, su madre y su hermana, todos realizando el mismo gesto. Muchos historiadores recordaron la posterior posición antinazi adoptada por los padres de la monarca durante la Segunda Guerra Mundial.
Han pasado casi 30 años, desde que Boorman rodara «Esperanza y gloria» (1987) y obtuviera dos Palmas de Oro en Cannes como mejor director por «Leo The Last» (1970) y El general (1998). En su nueva apuesta cinematográfica nos presenta un reparto liderado por los actores Callum Turner, Caleb Landry Jones, David Thewlis y Richard E. Grant, a los que acompañan Tamsin Egerton, Vanessa Kirby, Sinéad Cusack, David Hayman, Brían F. O’Byrne, Gerran Howell. La distribuidora es Good films, que en España presenta a contracorriente Films.
Tras una excelente acogida del film por parte del público y la crítica en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes, obtuvo el Premio IFTA de la Academia del Cine y la Televisión Irlandesa a la Mejor Banda Sonora y una Nominación a la Mejor Actriz Secundaria para Sinéad Cusack.
La película muestra unos apuntes autobiográficos del octogenario director, donde nos muestra a un joven, apasionado por el cine, que espera ser llamado a filas mientras surgen las primeras atracciones amorosas. A lo largo del film se entrelazan la vida militar, con patéticas relaciones, las heridas familiares y las frustradas relaciones sentimentales.
63 años después de esas experiencias relatada en el film los ingleses no han conocido a ninguna otra monarca, una reina que ha estado presente en la vida de sus ciudadanos a lo largo de seis décadas, transformándose y modernizándose al mismo tiempo que la sociedad de su país. Pasado este tiempo, ni ella piensa abdicar, ni sus súbditos creen que sea necesario que lo haga, como ya han hecho otras famílias reales europeas, e incluso el Vaticano. No en vano, Isabel II, que ha sabido liderar una institución de más de mil años de historia aumentando su popularidad, dijo en una ocasión que el suyo «es un trabajo para toda la vida».