Este fin de semana las FARC han entragado al Comité Internacional de la Cruz Roja, un segundo grupo de niños soldados que estaban en los campamentos guerrilleros, cumpliendo uno los acuerdos firmados con el gobierno. Manuel, fue uno de ellos. A los 8 años era un niño de la calle, a los 14 guerrillero. Ahora sabe que es culpable y víctima, a la vez. «Uno dispara a las demás personas sin saber si mata o hiere a alguien«.
Más de 50 años de conflicto han desangrado al país. El informe «¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad», elaborado en 2013 por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), mostraba unas cifras escalofriantes con 5,7 millones de desplazados, 220.000 muertos, más de 25.000 desaparecidos y casi 30.000 secuestrados. A eso hay que añadir la falta de inversiones en muchas zonas afectadas directamente por el conflicto. Las víctimas indirectas han sido todos los colombianos. El mismo día que se anunció el principio de acuerdo, muchos ciudadanos no podían dar crédito. «Creo que toda mi vida he vivido en un ambiente de guerra», decía Humberto de la Calle a un centenar de colombianos en la sede de la Segib en Madrid. Lo que significó ese acuerdo, lo explica de forma sencilla y emocionada el joven Pepe Molano, en su cuenta de youtube.
Para avanzar en el proceso de paz, Colombia necesita el apoyo internacional, como reconocía en Madrid, la ministra de exteriores colombiana, María Ángela Holguín. «Estamos llegando a una cifra económica importante, de unos 100 millones de euros, donde se incluye la cooperación técnica, que para nosotros es muy importante y útil. Un dinero que aportan unos 17 países de la Unión Europea, a lo que hay que añadir fondos del BID, Banco Mundial y Naciones Unidas, y cada uno aporta su experiencia en una especificidad distinta. Eso nos ayuda en nuestro objetivo que es trabajar en proyectos productivos, no solo para el programa de incorporación de los miembros de las FARC, sino sobre todo para esas comunidades que han vivido en municipios y regiones y que no se han podido desarrollar por la situación conflictiva que han vivido durante estos años», añadía la canciller colombiana en un acto organizado por Nueva Economía Forum en Madrid.
La Unión Europea se ha comprometido a cooperar en el desarrollo rural, producción agraria, sectores empresariales y en ofrecer oportunidades de negocios que permita que la comercialización y exportación de productos sea una importante aportación a la paz en el país. Federica Mogherini, Alta Representante de Asuntos Exteriores decía en Bruselas que «es una señal, de lo cerca que están la UE y Colombia, y es un reconocimiento del papel que la UE está ejerciendo en favor de la paz en el mundo, incluyendo Colombia».
Las ayudas económica de la UE, llegarían a los 1.000 millones de euros. Unos 100 corresponden a fondos fiduciarios, procedentes de 19 países miembros y parte del presupuesto comunitario. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha reconocido que «este fondo nos va a permitir convertir ese deseo, ese sueño, en una realidad, porque con esos recursos podemos darle beneficios concretos a los ciudadanos». El administrador de esos fondos es el gobierno colombiano, que debe utilizarlo para conceptos específicos y delimitados, enfocados al desarrollo económico de las zonas rurales afectadas por el conflicto, como explica a Canal Europa, Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador de Colombia.
«Aplicaremos algunos experimentos exitosos en materia de agricultura en países europeos, también implementaremos mejores prácticas en este campo y el traslado de tecnología. En el tema de género tenemos mucho que aprender de países nórdicos europeos, donde hay un avance admirable sobre el estatus de las mujeres. Elaboramos varias líneas de trabajo, para lo que contamos con el apoyo, financiación y experiencia de varios países europeos», nos explica de la Calle. La UE también participará en las labores de desminado, que según el acuerdo de paz deben ser realizadas por aquellas personas que participaron en su colocación. Otras ayudas económicas europeas son préstamos con intereses bajos, unos 400 millones que aporta el Banco Europeo de Inversiones.
En el ámbito económico la balanza comercial sigue siendo favorable a la UE en más de 1.000 millones de euros. Colombia debe diversificar las exportaciones, mayoritariamente agrícolas, y darle más valor añadido. Eso se ha comprobado en las importaciones de cacao colombiano a Europa que aumentaron un 80% en 2016, el aceite de Palma un 41% y el aguacate un 320%. El principal inversor en el país latinoamericano es Alemania, seguido de España, Holanda e Italia. No cabe ninguna duda de que la paz, es una buena noticia para los inversores europeos. En los últimos meses, y según la delegación de la UE en Colombia, NH, ha invertido más de 90 millones de euros en el segmento hotelero y la danesa Maersk, otros 200 en el estratégico puerto de Cartagena de Indias. En el ámbito de las infraestructuras, varias empresas españolas también han realizado importantes inversiones, o han aumentado las que tenían.
Colombia mira con optimismo al futuro y la ministra de exteriores colombiana, aseguraba en Madrid que su país quiere potenciar acuerdos interregionales, siguiendo algunas pautas del modelo europeo. «Queremos ser un país que regionalmente contribuya a una mayor integración y un mayor trabajo conjunto. En en ese sentido estamos implicados en la Alianza del Pacífico, porque estamos convencidos de que los cuatro países (México, Colombia, Perú y Chile) van a poder tirar de la región en el tema económico, a través de la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. No queremos dejar a nadie atrás, queremos que todos consigamos repuntar, porque es una región que tiene mucho potencial, aunque ha tenido muchas complejidades, y a veces pasamos más tiempo discutiendo en temas ideológicos que buscando un desarrollo conjunto, y estamos convencidos de que podemos aportar al mundo ese potencial inmenso que tenemos». Recordamos que la Unión Europea ha firmado acuerdos de libre comercio con Colombia, Perú y Ecuador.
Para algunos críticos, el apoyo europeo, podría haber sido más comprometido durante los cuatro años que han durado las negociaciones de La Habana. El país que se ha implicado de forma directa es Noruega. Dag Nylander ha estado durante cuatro años presente en todos los momentos claves. Este abogado de 46 años, ha dirigido a su equipo formado por seis noruegos, aunque ya antes había participado en los fallidos procesos de paz de Caguán y entre 2005 y 2007 con la guerrilla del ELN.
Otro nombre propio de este proceso es Eamon Gilmore, enviado especial de la UE para el proceso de paz, con una gran experiencia en este tipo de conflictos, ya que participó en el proceso de Irlanda del Norte, y fue elegido por que conoce las dificultades de hacer la paz después de una guerra tan larga y difícil. La Corte europea de Derechos humanos ha nombrado al español Álvaro Gil Robles, como miembro del comité de magistrados que escogerán la Comisión que juzgará los delitos más graves cometidos durante el conflicto. Gil Robles ha sido Defensor del Pueblo en España y comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa.
La colaboración entre la UE y Colombia no finaliza ahí. Francia está celebrando el año Colombia-Francia, con importantes intercambios culturales y económicos, como la participación francesa en la Feria del Libro de Bogotá y en el prestigioso Festival de cine de Cartagena de Indias. Entre las actividades previstas, a principios de este mes, 16 artistas urbanos convirtieron Barranquilla en un museo a cielo abierto. Además la delegación de la UE en el país sudamericano, que coordina todos los procesos de colaboración UE-Colombia, celebrará el día de Europa en la región del Cauca, el próximo 9 de mayo.
En el camino hacia la paz, queda la letra pequeña, escrita con sangre y barbarie, de millones de víctimas, que no quieren olvidar el conflicto, pero si avanzar hacia un futuro común. Catalina que tiene 19 años, estuvo reclutada 3 años, se pone en la mano en el pecho mientras nos explica que «colocamos una palomita en el corazón, porque la paz interior sale de dentro del corazón». El grupo Son Callejero mostraban ese mismo deseo cantando.
Web del Alto Comisionado para la paz