Ernesto Samper defiende el diálogo institucional en Venezuela

En lo económico Sudamérica está pasando un bache, pero en lo político está mejorando, aunque hay dos países que están en el centro de las turbulencias políticas: Venezuela y Brasil. El secretario general de Unasur, Ernesto Samper, ha defendido en Madrid, la necesidad de establecer un diálogo institucional en Venezuela para hacer frente a la crispación política y ha denunciado «un linchamiento mediático» contra el expresidente brasileño, Lula da Silva. También ha criticado a los políticos, en clara referencia al expresidente Álvaro Uribe, «que ponen palos a las ruedas» debilitando el proceso de paz que el gobierno colombiano está negociando con las FARC en Cuba. En Madrid, donde ha participado en Nueva Economía Forum, también se ha lamentado de que la región haya desaparecido de la agenda de la Unión Europea.

Samper ha recordado que según las últimas encuestas, el 67% de los venezolanos quieren que sus dirigentes se pongan de acuerdo para solucionar los problemas sociales y económicos que vive el país y ha insistido en que «las diferencias políticas en Venezuela deben solucionarlas los venezolanos». Es la única manera, ha dicho de que se encuentren soluciones a esa situación. Las acciones más importantes que se deben llevar a cabo en Venezuela serían, según Samper, “reducir la distorsión cambiaria” -que provoca que el cambio de moneda no sea fluido, constante y permanente-, nivelar los precios de la gasolina aprovechando los precios bajos y dar subsidios a las personas que están en situación de pobreza, y no “a las cosas”, para evitar contrabandos.

Samper ha denunciado que “la mala economía lleva a la mala política” y que “la mala política lleva a la desorganización” y a la aparición de “actores políticos sin responsabilidad política” que dictan a los gobiernos las políticas que tienen que seguir. El político colombiano, secretario general de Unasur desde 2014, ha alertado de los riesgos de «una justicia politizada», en el caso del expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, acusado de lavado de dinero y ocultación del patrimonio. El secretario general de Unasur ha lamentado que determinados poderes políticos y grupos mediáticos utilicen su influencia entre los círculos de poder para imponer determinadas políticas afines a sus negocios. Ha añadido que «parte de los problemas que tenemos en la región son los poderes fácticos. Están haciendo política sin responsabilidad política. Eso no sería tan grave si solo estuviéramos nosotros viviendo una crisis en los partidos políticos. Eso pasa en todo el mundo. La política está en crisis. Aquí todos hacen política menos los políticos».

Samper ha defendido a la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, y cree que saldrá «bien librada» del impeachment al que se enfrenta. Tras las multitudinarias concentraciones del fin de semana en varias ciudades brasileñas ha dicho que «Las manifestaciones que hubo ayer en su contra son el reflejo de la libertad de expresión democrática, pero hay que tener en cuenta a los 56 millones de personas que la votaron en las últimas elecciones”.

Ernesto Samper también se ha referido a las negociaciones de paz de su gobierno con las FARC y se ha mostrado contario a poner una fecha para firmar el acuerdo. «Porque se incuplen y se vuelve como un boomerang contra la esperanza que hay puesta en el proceso. Hay que tener paciencia. Un conflicto que lleva tantos años no se puede acabar corriendo.» Él se ha mostrado muy confiado en que se pueda llegar a un acuerdo real «porque antes de sentarse a negociar ya habían consensuado algunos puntos».

El expresidente colombiano ha recordado la poca presencia que ha tenido Europa en las negociaciones de paz que se desarrollan en Cuba, entre su gobierno y las FARC, y ha recordado el papel fundamental que tuvo Europa en los procesos de reconciliación de Centroamérica hace 30 años. El secretario general de Unasur ha lamentado, que la Unión Europea haya dejado de tener «entre sus prioridades a América Latina», y asegura que no entiende porque «ha reducido su presencia en la región». En Madrid ha pedido a las autoridades comunitarias que restablezcan sus relaciones política y económicas con ese continente.

Samper ha señalado varias paradojas en esa relación entre ambos continentes. «Mientras hay una mayor presencia económica de empresas europeas, ha disminuido la presencia política». También ha señalado que se está dando un flujo de capitales desde el continente americano hacia Europa «mediante las remesas de muchos familiares de allí que envían dinero a los emigrantes que sufren la crisis y las empresas latinoamericanas están invirtiendo también en la UE».

También ha remarcado las diferencias entre la integación europea y la sudamericana. «Europa intenta ser una región, pero nosotros tenemos tradición de región, porque compartimos muchas cosas: lengua, historia, raíces, tradiciones». Aunque también ha dicho que tienen que aprender mucho de Europa, sobre todo en materia de fiscalidad. «Hemos de actuar sobre eso, porque tenemos una fiscalidad del 20% del PIB, mientras aquí es del 40%, pero tenemos una deuda más baja, El 50% mientras en los países europeos es del 80%».

Sobre la integración de las numerosas instituciones y organismos interregionales (Alba, Mercosur, Alianza del Pacífico y Unasur), Samper, ha dicho que «debemos encontrar lo que nos une para no duplicar y que cada uno se especialice en lo que sabe hacer». «Nuestra fortaleza, ha dicho, es que somos una región». Y ha añadido que el 7 de junio se reunirán los presidentes de los Consejos regionales para ver como se integran los diferentes parlamentos, «porque debemos converger, para crear un Parlamento sudamericano, similar al Parlamento Europeo».