El deporte abre las puertas de Minsk al turismo

Cientos de miles de turistas visitan Belarús por su rico patrimonio cultural. Algunos de los puntos más destacados incluyen iglesias barrocas y dos castillos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: el Conjunto del Castillo de Mir y el Castillo de Niasvizh. En Minsk, los turistas acuden a la calle Kastrychnitskaya, a los mercados locales y a la Avenida de la Independencia. Los edificios más modernos, como la Biblioteca Nacional, con su forma atípica subrayan el progreso que está viviendo Belarús, al igual que las startups en Tecnología Informática, los centros culturales como Korpus y los cafés que han surgido en los edificios industriales.

La celebración de los Segundos Juegos Europeos, que acoge la capital bielorusa del 21 al 30 de junio, es sin duda una oportunidad para descubrir los atractivos turísticos de esta ciudad europea, que espera aumentar el número de visitantes, permitiendo la entrada, de ciudadanos comunitarios, sin visado hasta la primera mitad del mes de julio. Para ello basta solo con comprar una entrada de juegos minoritarios, que son muy baratas y que permiten aprovechar esta oportunidad, para hacer una primera inclusión en este desconocido país.

Antiguas tradiciones culturales

Desarrollada a finales del siglo X, no fue hasta seis siglos después cuando la cultura bielorrusa comenzó a prosperar, habiendo dejado las sucesivas épocas históricas su huella en la cultura del país. A día de hoy, la música y el arte tradicionales de Belarús se pueden vivir a través de sus numerosos teatros, museos y galerías de arte. Festivales tradicionales, ritos, cantos populares, artesanía y gastronomía se encuentran estrechamente vinculados a la identidad nacional del país.

El arte y la artesanía tradicionales poseen una larga y rica historia en Belarús. Algunas de las prácticas más populares, como tejer, la carpintería o el soplado de vidrio se siguen trabajando en la actualidad, constituyendo una fuente de orgullo para el pueblo bielorruso. La gran popularidad con la que a día de hoy siguen contando el baile folclórico tradicional, la música y el arte se ve reflejada en festivales y teatros de todo el país. Si quieres empaparte de la auténtica cultura bielorrusa, el Bazar Slavianski, en Vitebsk, es una de las mejores opciones.

Durante el festival nocturno de Kupala (Alejandría reúne a los amigos), en Alejandría, las vacaciones de verano se celebran en un ambiente festivo. El festival ofrece la oportunidad de buscar la misteriosa flor de helecho Pararats-Kvetka, conocer los rituales populares y calentarse en la hoguera de Kupala.

En los últimos tiempos, el patrimonio histórico de Belarús ha comenzado a atraer cada vez a más turistas. El Museo Estatal de Arquitectura Popular y Vida Rural, en el pueblo de Aźjarco, constituye un museo al aire libre único que atrae la atención de los turistas gracias a las reliquias históricas y culturales que exhibe. El museo es un gran ejemplo de promoción del patrimonio a través de un enfoque innovador de tipo empresarial.

Un magnífico entorno natural

Belarús ofrece a sus visitantes una amplia gama de actividades para experimentar a lo largo de todo el año. Los amantes del aire libre pueden practicar diversos deportes de invierno en la estación de esquí Siličy o, si visitan el país durante el verano, nadar en alguno de sus inmaculados lagos. Adicionalmente, en Belarús podemos encontrar cuatro parques nacionales. El Parque Nacional Belovezhskaya Pushcha, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, representa uno de los macizos forestales más extensos que cubren las llanuras europeas. Además, representa el hogar del bisonte europeo, también conocido como wisent. Belarús cuenta con otros tres lugares que han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad: los históricos castillos de Mir y Niasvizh, que fue el último hogar de los Radziwill, una de las familias nobles más influyentes de Belarús, y el Arco Geodésico de Struve.

Gastronomía nacional

La cocina bielorrusa posee una rica influencia báltica, eslava, judía y alemana. La importancia que el pueblo bielorruso otorga a los ingredientes cultivados localmente, como la patata, se ve reflejada en gran parte de sus recetas tradicionales. Algunos de los platos típicos del país son el icónico draniki (tortitas de patata), kletski (albóndigas) y babka (pastel de patatas ralladas al horno). En cuanto a las bebidas tradicionales, destaca el kefir (bebida láctea fermentada) y el kvas (bebida fermentada de pan de centeno, levadura o bayas), que pueden ser adquiridos en prácticamente cualquier tienda de alimentación y ayudan a refrescarse durante los calurosos veranos bielorrusos. Si tienes pensado visitar Belarús, no puedes dejar de probar alguna de estas especialidades, además de las bebidas alcohólicas típicas del país.

La Belarús más moderna

Joven, eco-friendly y atractiva, Belarús tiene mucho que ofrecer más allá de las tradiciones culturales. Al igual que sucede en Berlín, Nueva York o Tokio, en Belarús podemos encontrar espacios dedicados al arte moderno, discotecas y revolucionarias empresas emergentes. Esta corriente no sólo viene impulsada por las generaciones más jóvenes, sino también por los proyectos de modernización apoyados por el Gobierno del país. Además de la fascinante arquitectura tradicional, podemos encontrar antiguas fábricas convertidas en bares, cafeterías o centros de emprendimiento.

Uno de los proyectos arquitectónicos más recientes es el edificio que alberga la Biblioteca Nacional de la República de Belarús. En sus 23 pisos podrás encontrar todo tipo de libros, incluyendo la mayor colección de materiales impresos del país. La Biblioteca, que tiene una capacidad de hasta 2.000 personas, cuenta con una agradable cafetería en la penúltima planta; aunque el lugar más emblemático es, sin duda, la plataforma situada en el último piso, desde donde se puede disfrutar de unas espectaculares vistas de la ciudad de Minsk.

Con motivo de los Segundos Juegos Europeos se han plantado nuevas flores, árboles y matorrales en la ciudad. Las limpias calles de capital bielorusa se han mejorado y las fachadas de algunos edificios se han renovado. Además, con el fin de mejorar la comodidad de los visitantes, también han renovado los servicios en carretera, así como la calidad de las comunicaciones móviles e Internet. A lo que hay que añadir que se han reforzado los carriles bici y se han instalado nuevos puntos de alquiler de bicicletas en varios puntos de la ciudad, lo que ha comportado la creación de nuevos empleos.

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