Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial

Los dos disparos que acabaron con la vida del sucesor al trono en el imperio austrohúngaro, Francisco Fernando, fueron el detonante de un cambio histórico en Europa. Mientras en los campos de batalla millones de jóvenes, una generación, perdían la vida inútilmente, en la retaguardia ocurrieron muchas innovaciones que cambiaron el modelo productivo y social del continente. El cierre en falso del final de la contienda, de la que estos días se ha celebrado el centenario, marcaría la primera mitad del siglo XX.

Cuando el 28 de junio de 1914 se inició la Primera Guerra Mundial, todo el mundo creyó que iba a ser rápida y limitada. Resultó larga y mundial. Cuando se firmó el armisticio, cuatro años y cuatro meses después Europa estaba destruida, millones de personas habían perecido.

Lejos de las trincheras durante los años de conflicto hubo importantes avances científicos e industriales que acabaron decidiendo el conflicto. Hubo prósperos y nuevos negocios, y otros tuvieron que renovarse o simplemente desaparecieron. Porque como en todas las guerras siempre hay quién saca algún beneficio y se hace millonario. También los gobiernos invirtieron enormes cantidades de dinero para desarrollar la industria armamentística. Fueron cuatro largos años de experimentación en técnicas de guerra.

Tanques, aviones y barcos fueron algunos de los beneficiados. De hecho los aliados superaron en producción a los países de la Alianza convirtiéndolo en la base de su victoria. La industria aeronáutica pasó de ser casi artesanal a su fabricación industrial, importante fueron las inversiones de empresas de acero y armas en Estados Unidos y posteriormente en Alemania. Lo mismo ocurrió con las compañías navales. Apareció el fusil de repetición, las ametralladoras se convirtieron en el arma principal de la infantería, se mejoró la artillería móvil, se utilizó el uso masivo de tanques, se construyeron acorazados, submarinos, cazas, bombarderos y las armas químicas se usaron indiscriminadamente, desarrollando las máscaras anti-gas.

En 1914, apenas hacía diez años del primer vuelo de los hermanos Wright, entonces los aviones efectuaban vuelos de reconocimiento y los pilotos llevaban granadas de mano, más tarde incorporaron una ametralladora a través de las hélices.

La industria automovilística, que había vivido un gran desarrollo a principios del siglo, también se perfeccionó y se blindaron los vehículos para poder acceder a las trincheras del enemigo, y en 1916, acabaron diseñando los tanques. El primer lugar que se utilizó fue en la batalla de Cambrai. En noviembre de 1917, unos 400 carros y tanques, y varios aviones se avalanzaron sobre las posiciones alemanas. Pero los alemanes desarrollaron otra arma, los sumergibles. Había orden de atacar a cualquier barco, de cualquier país. El hundimiento del Lusitania, en mayo de 1915 supuso la entrada en el conflicto de Estados Unidos.

Tecnológicamente el conflicto sirvió para desarrollar los sistemas de transmisiones y comunicaciones, principalmente el teléfono y la radio. Entre muchas técnicas, se mejoró la conservación de alimentos como las latas o la refrigeración, y en el campo de la salud se crearon unidades portátiles de rayos X, evolucionó la cirugía plástica o se descubrió la penicilina.

Esta industrialización facilitó el acceso de las mujeres europeas a las fábricas, y en Estados Unidos, los trabajadores, tenían trabajo y un salario. Aumentó el movimiento sindical y en unas sociedades democráticas débiles, aparecieron dos ideologías antagónicas, el comunismo y el fascismo.

Pero el gasto en armamento, potenció la industria militar que estuvo en el germen de la Segunda Guerra Mundial y que se mantiene fuerte en la actualidad. Al otro lado del Atlántico, las grandes fortunas vieron como sus negocios se multiplicaban, pasando a ser acreedores de Europa y trasladando el centro financiero mundial a Wall Street. Esa burbuja de dinero, acabó explotando en la gran depresión de 1929.

En el ámbito político Alemania se rendía sin sufrir ninguna ocupación extranjera y se le obligaba a pagar astronómicas cantidades en concepto de reparación de guerra. Reino Unido y Francia perdieron su peso internacional, y Estados Unidos emergió como potencia mundial. Aparecieron nuevos países, como los Bálticos, Polonia, Checoslovaquia, Finlandia, Yugoslavia o Rumanía, la mayoría procedentes del la desmembración del imperio austrohúngaro. En Rusia se había producido una revolución social y se instauró un nuevo
sistema económico y político.

Son las consecuencias más palpables que dejó un conflicto… que continuaría dos décadas después.

@angelaGonzaloM
@Viaje_Itaca_
Instagram: @Audioguíasturísticas