25 años sin Freddie Mercury

Se cumplen 25 años de la muerte de uno de los ídolos de la música mundial, la del británico Freddie Mercury. Nacido Farrokh Bulsara, en la capital de Zanzíbar, este año habría cumplido 70, pero murió el 24 de noviembre de 1991, solo un día después de que anunciara públicamente que padecía Sida, en aquella época esa enfermedad comportaba la muerte segura. Tenía 45 años.

Algunas de sus obras están clasificadas como de culto, si esa palabra se puede utilizar hablando de un rompedor de esquemas, como era Mercury. Los críticos musicales, siempre han destacado que la personalidad del músico había marcado profundamente toda la carrera de Queen. Su exhuberancia en el escenario y su carisma fueron decisivos en el éxito del grupo londinense.

El último LP de Queen, Innuendo, contiene la canción The Show Must go on (El espectáculo debe continuar) que, en opinión de sus amigos, reflejaba el estado de ánimo de Mercury. El cantante conocía ya su enfermedad cuando decidió grabar esta canción, que se colocó como número uno en las listas británicas.

La popularidad de Queen, avalada en gran parte por el éxito repetido de canciones en todo el mundo, se hacía patente en los conciertos en directo, verdaderos espectáculos de luces, sonido y efectos especiales.

El grupo Queen se formó en marzo de 1971 y dos años más tarde grabaron su primer álbum aclamado como una de las novedades más interesantes en la música rock. Bohemian Rhapsody, con un cariz operístico fue lanzado en 1975 y permaneció 9 semanas en lo más alto de las listas británicas. Para entonces el talento de Freddie era cada vez más evidente, una voz con un rango notalbe y una presencia en escena que le dio al grupo su personalidad extravagante y colorida.

Muy pronto la popularidad de Queen se extendió más allá de las costas del Reino Unido y triunfaban en Europa, Japón y Estados Unidos, con canciones como Crazy Little Thing called love. En 1981 marcaron un hito en la historia de las actuaciones en directo, actuaron ante 230.000 personas en Sao Paulo. También fueron reconocidos como innovadores clave en los videos de pop, y su catálogo de clips de tres minutos se volvían más innovadores y rompedores.

En 1984 publicaron The works, un disco que contenía dos temas que se han convertido en clásicos ochenteros, «Radio ga ga» y «I want to break free», cuyo hilarante vídeo hizo estragos en MTV, y el bombazo rockero Hammer to fall. A mediados de los 80 Freddie comenzó a centrarse en su carrera de solista, comenzando con Mr. Bad Guy en 1985. Aun así en 1990 volvió a los estudios para grabar Innuendo con Queen.

Casi nadie duda que Mercury dejó un legado de canciones que permanecerán por siempre y nunca perderán su talla de clásicos. Algunas de las más conmovedoras fueron inmortalizadas en el álbum Made In Heaven de Queen lanzado en noviembre de 1995.

Y despedimos este recuerdo a Freddie Mercury, con la misma canción con que se celebró su funeral en el cementerio de Harrow Road, al oeste de Londres. Mercury, que compuso la canción para Montserrat Caballé, Barcelona, estrenada en 1987 en el Covent Garden de Londres, tenía previsto cantar formando dúo con la soprano catalana durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona. No pudo ser.

Su muerte incrementó el interés del público británico por conocer la problemática del Sida, y luchar contra esta enfermedad.