2017 será el año en el que Escocia mostrará la riqueza de su historia, de su patrimonio cultural y arqueológico. Desde los primeros asentimientos, pasando por la turbulenta Edad Media hasta la Ilustración escocesa y la Revolución Industrial. Todas las áreas de Escocia tienen su propia historia que sorprenderá a todos los que la visiten.
Las opciones para visitar esta nación británica son numerosas. Sumergirnos en la ecléctica mezcla de estilos arquitectónicos de Glasgow. Acudir a la región de Ayrshire y Arran con sus antiguos círculos de piedra e impresionantes castillos. Llegar hasta el impresionante Royal Deeside, en Aberdeenshire, que fue el lugar predilecto de vacaciones de la Familia Real desde la era victoriana y que se puede complementar con el Scotland’s Castle Trail, que incluye Balmoral. Descubrir la historia del valorado whisky de malta escocés en la Speyside Malt Whisky Trail. Explorar la capital de Edimburgo para apreciar su historia en cada rincón de sus monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad tanto de la ciudad vieja como de la nueva. Dirigirse al centro de Escocia para visitar el viejo Reino de Fife, cuna del golf, St Andrews, y su famoso Old Course…
Todo este despliegue tentador requiere algo de organización, empezando por el transporte y alojamiento que cuenta con opciones para todos los bolsillos. Llegar a la trepidante capital de Escocia es ya parte de la diversión al atravesar en tren o bus sus extraordinarios paisajes y la información para planificar la estancia se encuentra en la web.
Pero además de estas actividades a lo largo de 2017 se han organizado más de 400 eventos, esto es solo un aperitivo.
Falkland Palace, el castillo favorito de María Estuardo, Reina de Escocia.- Situado en el corazón del pueblo de la villa de Falkland, al noroeste, y rodeado de extensos jardines este palacio renacentista permite al viajero descubrir cómo era la vida en la Casa Estuardo. Entre sus jardines de ensueño podrás descubrir secretos como la pista de tenis más antigua de Inglaterra, construida por el Rey Jacobo V de Escocia.
Festivales de Edimburgo.- No hay sobre el planeta una tradición de festivales tan arraigada como en la desinhibida capital escocesa. Doce festivales en total se programan anualmente, pero el verano es la fecha en la que se multiplican las citas y se concentran las más importantes. Más de 3.000 espectáculos entre julio y septiembre llenan los espacios, calles, jardines, iglesias, bares y hasta casas particulares con propuestas de lo más creativas. Casi tres cuartos de siglo avalan esta tradición iniciada por el veterano The Edinburgh International Festival,cumple 70 años. Consagrado a figuras invitadas de la danza, ópera, teatro, música clásica y contemporánea compone un atractivo programa internacional a lo largo de tres semanas (5 al 29 de agosto). Nació en 1947, tras la guerra, como una iniciativa para celebrar la vida y el impulso creador llegado desde otros países y culturas. Este año trae orquestas como la de la Academia Nacional Santa Cecilia, la Gewandhaus de Leipzig, la Filarmónica de Rotterdam o la Nacional de Rusia y, como guinda final, el tradicional espectáculo de fuegos artificiales desde el Castillo que incendia de colores la noche.
Hace casi setenta años se creó el Edinburgh Festival Fringe, como alternativa menos formal al anterior. Coinciden en fechas (5 al 29 de agosto) pero les diferencia un espíritu, más rompedor en este caso y el hecho de que no tiene una programación encargada previamente. El Fringequiere ser una ventana desinhibida a la creación contemporánea que hace suyo cualquier rincón de la ciudad con propuestas de teatro, comedia, talk shows, cabaret, circo, teatro, exposiciones, arte callejero e infantil en una agenda de unos 3.000 actos. De pago o gratuitos, en interiores o al aire libre, pero Edimburgo se vuelve mágica, y sus calles se llenan de desenfado y sorpresas durante tres semanas electrizantes.
No hay tregua para los amantes de la farándula y la creación artística porque ya desde el mes de julio (entre el 15 y el 24) desembarcan las formaciones internacionales de jazz y los bluesman en su consolidado Festival Internacional. Uno de los mayores hitos de este festival es el asombroso desfile musical de sus bandas que compite en animación con el famoso Mardi Gras de Nueva Orleans.
El arte no se queda atrás y pone a trabajar a todos los museos, galerías y salas durante un mes (del 28 de julio al 28 de agosto) a través del Edinburgh Art Festival. La sorpresa en las calles está asegurada con las Pop-Up Exhibitions, que son intervenciones artísticas en lugares no habituales del perímetro urbano.
Ya entrado agosto sigue esta locura con el Royal Edinburgh Military Tatoo, uno de los eventos más populares, con sus conciertos de bandas escocesas y otras llegadas de fuera, en los jardines del Castillo de Edimburgo. Además de la celebración del Edinburgh Mela (27 y 28 de agosto) que añade un acento exótico y multicultural al barrio de Leith, sin olvidar la gran cita que convoca a lectores y bibliófilos alrededor de su Feria del Libro (13 al 29 de agosto).
Y de guinda, la propuesta del Museo Nacional de Escocia, que en 2016 abrió 10 nuevas galerías. El proyecto, valorado en más de 14 millones de libras, aumentará el espacio expositivo en un 40%, lo que permite mostrar más de 3.500 objetos antes ocultos al público.