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Los sabores autóctonos de la gastronomía mallorquina

Palma es un destino gastronómico de primer orden gracias a la suma de varios elementos: sus productos de mar y montaña, recetas con siglos de tradición con influencias de múltiples culturas y chefs que utilizan estos ingredientes y elaboraciones para llevarlos a su máximo exponente. Es un ejemplo claro de la excelente dieta mediterránea.

¿Qué puedes visitar en Palma?

Productos tradicionales de Palma

El nombre de Mallorca está estrechamente ligado a dos productos gastronómicos: la ensaimada y la sobrasada. Pero en la mayor de las islas baleares hay otros autóctonos o productos típicamente mediterráneos, como el aceite, las aceitunas,almendras, quesos o vinos de variedad Mantonegro, Callet, Fogoneu, Moll, Malvasía o Prensal Blanca.

Sobrasada
Embutido con indicación geográfica protegida. Producto cárnico crudo curado, elaborado con carnes seleccionadas de cerdo, picadas, condimentadas con pimentón, sal y especias; se embute en tripa y se madura lenta y cuidadosamente según la experiencia adquirida de generación en generación. El gusto es suave y agradable y las especias están presentes en el regusto.

Foto: Marta Escudero

Ensaimada
Producto con indicación geográfica protegida, definido por Josep Pla como la cosa más ligera, aérea y delicada de la repostería de este país. Su singular forma de espiral la diferencia de cualquier otro pastel. Se comercializa en diferentes medidas y pueden ser sin relleno o rellenas de cabello de ángel.

Almendra Mallorquina
Almendra de Mallorcaalmendra Mallorquinaametlla de Mallorca o ametlla Mallorquina, son los nombres por los que se conoce el fruto del almendro (Prunus amygdalus), tradicional de la isla de Mallorca, que se destina al consumo humano y que se presenta cruda o tostada, con o sin piel.

Foto: Marta Escudero

Aceite de Mallorca
Aceite de oliva virgen extra con denominación de origen, elaborado en la isla de Mallorca con aceitunas de las variedades Mallorquina, Arbequina y Picual. Según el grado de maduración de las aceitunas en el momento de la recolección se distinguen dos tipos: el frutado y el dulce. El frutado procede de la recolección más temprana; el dulce, obtenido de aceitunas más maduras, se caracteriza por su color amarillo dorado, sabor dulce y sensación picante.

Oliva
La Denominación de Origen Protegida aceituna de Mallorcaaceituna Mallorquinaoliva de Mallorcaoliva Mallorquina ampara tres presentaciones: verde, verde partida y negra natural. Son aceitunas de mesa de la variedad autóctona Mallorquina, fermentadas parcialmente en salmuera. Además, la aceituna verde partida se aliña con hinojo y guindilla y la aceituna negra natural se aliña con Aceite de Mallorca DOP.

Foto: Marta Escudero

Vino con Denominación de Origen de Binissalem
Vinos con denominación de origen tintos, rosados, blancos y espumosos diferenciados y distinguidos. Se elaboran principalmente con uvas de las variedades autóctonas Manto Negro y Moll. Los vinos tintos son de elevada graduación, de fuerte personalidad, con cuerpo, bien equilibrados y aptos para la crianza. Los vinos blancos son diferenciados, delicados y afrutados.

Vino de la tierra Mallorca
Vinos de la tierra elaborados en la isla de Mallorca a partir de las variedades de uva blancas prensal (moll), chardonnay, macabeo, malvasía, moscatel de Alejandría, moscatel de grano menudo, parellada, riesling, sauvignon blanc, viognier y giró ros; y a partir de las variedades tintas callet, manto negro, cabernet sauvignon, fogoneu, merlot, monastrell, syrah, tempranillo, pinot noir y gorgollassa.

La excelencia de las estrellas Michelin en Palma

La ciudad se consolida como uno de los referentes culinarios del país gracias al trabajo de notables cocineros que cuentan con estrellas Michelin, entre los que destacan: el mallorquín Andreu Genestra, cabeza del Restaurant Cafe Aromata y del restaurante del Hotel Rural Predi Son Jaumell en Capdepera; del chef bonaerense Adrián Quetglas, con su restaurante en el Passeig Mallorca; y Marc Fosh, con su restaurante Simply Fosh en el casco antiguo de Palma.

Por otra parte, dentro del acervo gastronómico de la capital balear, se encuentran los mercados de Santa Catalina, el Mercat 1930, el de San Juan y l’Olivar que ofrecen puestos con productos locales de primera calidad, restaurantes con cocina de mercado y algunos espacios gourmet.

Cocina gourmet en la capital de Mallorca

Foto: Marta Escudero

La cocina de Palma que se puede degustar en restaurantes repartidos por toda la ciudad, algunos con estrella Michelin. Sin embargo, hay otras alternativas más innovadoras donde, además de comer, se puede disfrutar del proceso de elaboración.

Clandestí Taller Gastronòmic. Un lugar para observar y disfrutar del arte culinario. No es un restaurante al uso, sino que va un paso más allá. En él se ofrece una muestra de cocina en vivo para un máximo de 12 personas. Tras esta especie de “showcooking”, los comensales podrán degustar los platos elaborados por los chefs Ariadna Salvador y Pau Navarro.

Bar Rita de Palma. Situado en la bella Plaza Quadrado, este lugar tiene un agradable ambiente y una espaciosa terraza donde saborear distintas tapas como la sepia con salsa o la ensaladilla rusa o el cuscús, especialidades de la casa.

La Juanita. Otro lugar donde cada día es una nueva aventura. Allí, los comensales descubren qué van a comer en el momento en el que ven al cocinero prepararlo. Cocina de mercado, fresca y creativa al más alto nivel con un ambiente tranquilo y acogedor en pleno centro de Palma.

Cocina tradicional

Foto: Marta Escudero

Entre los platos típicos destacan las Sopas mallorquinas. Cocinadas en una cazuela de barro a base de un sofrito de muchas verduras y pan mallorquín acompañado o no de carne. Esta isla mediterránea también tiene una gran variedad de platos basados en pescado; con arroz, caldereta, al horno, hervido, o en escabeche.

Otro de los platos tradicionales de la gastronomía mallorquina es el tumbet. Capas de patata cortadas en tamaño ancho, berenjenas y pimiento rojo, todo frito con salsa de tomate; una sencilla receta que no deja indiferente a nadie. También la porcella rostida, lechona al horno o el escaldums, estofado de pollo o pavo con almendra picada. Sin olvidar el frito mallorquín, elaborado con cerdo, conejo, cebolla, etc. Muchos de estos platos van acompañados con el pa amb oli, un pan payés que se puede combinar con diferentes embutidos típicos, jamón y queso.

Establecimientos que endulzan las calles de Palma

Foto: Marian Mulet Jaume

Cajas de ensaimada mallorquina vuelan cada día desde el aeropuerto de Palma a algunas de las ciudades más importantes de la península y del continente europeo. Este dulce no puede faltar en la mesa tradicional mallorquina. Compuesta de mezcla de harina, azúcar, huevos, masa madre y manteca de cerdo (saïm), es perfecta para el desayuno, el postre o la merienda. El popular bollo presenta forma de espiral de dos o varias vueltas en el sentido de las agujas del reloj, es de color dorado, casi brillante y de textura firme y crujiente.

Originalmente no iban rellenas, se untaban con sobrasada, dulce de calabaza (calabazate) y con albaricoque. Las más clásicas son las lisas o bien rellenas con cabello de ángel, aunque también de nata, chocolate o crema pastelera. Las preparaciones también varían en función de las citas del calendario -como las tallades, típicas de carnaval, a las que se incorporan sobrasada y calabaza confitada- pero, en cualquier caso, siempre darán como resultado una deliciosa explosión de sabor.

El postre mallorquín también tiene su reconocimiento dentro de la cultura gastronómica. Es imposible pasear por el Paseo del Borne, las calles Jaime III, San Miguel o la Plaza Mayor sin detenerse en una típica pastelería a tomar un café y una ensaimada u otro dulce típico, como la coca de cuarto, los robiols, los crespells o los bunyols.

Foto: Marta Escudero

Algunos de los establecimientos más destacados de la repostería de Palma, han sido heredados de generación en generación.

Forn de la Glòria: uno de los hornos con más abolengo de la ciudad ya que en el siglo XIII existió un horno en esta zona. En él se pueden adquirir las barras de sopas, el pan usado para elaborar las sopas mallorquinas, numerosos dulces tradicionales – entre ellos las populares ensaimadas – y sus famosos llonguets, el típico panecillo de Palma relleno de todo tipo de productos.

Forn Fondo: nació en 1742 y siempre ha estado bajo la batuta de la familia Llull. Tienen una gran variedad de productos tradicionales como: cocarrios, robiols, duquesas de pollo o cocas saladas, pero su verdadera especialidad no podía ser otra que la ensaimada. Bajo el sello de garantía “IGP Ensaimada de Mallorca” elaboran más de 20 clases de ensaimadas con una gran variedad de tamaños.

Horno Santo Cristo: más de 100 años elaborando la auténtica ensaimada artesana con todo tipo de sabores, algunos innovadores: cabello de ángel, crema, de sobrasada, de chocolate, de mazapán o de albaricoque son algunas de ellas. Las empanadas de carne, los cremadillos o la coca de patata son otras de sus especialidades. A lo largo de la historia, este horno ha pasado por distintas manos, pero siempre conservando el origen y la tradición que implementó la familia Coll en su fundación.

Forn Pes de sa Palla: elaboran una de las ensaimadas más especiales de Palma, rellena de crema quemada, chocolate, cabello de ángel, almendra mallorquina y naranja, una autentica combinación de sabores. Los panes son otro de sus productos estrella, elaborados con una masa madre propia, harinas molidas a la piedra, sal marina de Mallorca y distintos productos locales. Entre la variedad de panes destacan: rústico de trigo y centeno, de maíz y tomate seco, integral con avena, de espelta o de aceituna negra.

La Madeleine de Proust: un local moderno que fue fundado en 2005 por el cocinero francés Laurent Techt. Enamorado de Palma y del barrio de Santa Catalina no dudó en abrir una pastelería inspirada en Marcel Proust. Entre sus productos, que combinan la cultura culinaria francesa y balear, destacan todo tipo de panes, pastas dulces y saladas y tartas. Es posible encontrar desde pain au chocolat, hasta bretzel de origen alemán. Además, en temporada alta ofrecen un servicio de venta de productos a las tripulaciones de los yates que llegan al puerto de Palma, siendo pioneros en este tipo de actividad.

Bianco: no es una pastelería al uso, pero si un lugar donde empezar el día con un desayuno saludable y original. Pasteles, tartas, buñuelos, muffins y el auténtico aroma del café italiano, se unen en un local de corte moderno e innovador.

Ocio en Ciutat de Palma

Foto: @passionforpalma

La amplia oferta comercial, revitaliza el centro de Palma. El Paseo del Borne es el gran estandarte de las compras de lujo con firmas de renombre internacional. Así como, en una de las calles más antiguas de Palma, Jaime III, donde también se encuentran las firmas de alto standing.
Además, es posible encontrar boutiques, joyerías y tiendas que ofrecen productos artesanos de lujo en la Calle San Miguel y en la Plaza Mayor.

Palma es una ciudad vital los 365 días del año, con una oferta cultural incesante y noches llenas de vida. Desde el cosmopolita y colorido barrio de Santa Catalina, al incansable y alternativo barrio de la Lonja, pasando por el paseo marítimo, donde se encuentra la legendaria discoteca Tito´s, la discoteca Pachá y el puerto deportivo Can Barbara y sus bares con DJs.

L’Antiquari. Este local, de estilo bohemio y clásico, está decorado con carteles publicitarios soviéticos y de jazz. Las mesas y sillas son de madera clásica, incluso se ha aprovechado como mesa una máquina de coser. Aquí siempre es posible disfrutar de uno de los mejores cafés de Palma, tomar una Guinness o un tentempié.

Cachivache Café. Con un peculiar look vintage y un aroma familiar y acogedor, esta cafetería atrapa por su decoración variopinta, recogida de todos los mercadillos de Mallorca. Además, cuenta con un rincón donde los más pequeños podrán abstraerse pintando y jugando, mientras los mayores disfrutan de un buen café.

La Molienda. El lugar de referencia en Palma para probar un desayuno diferente. Cuida especialmente su gastronomía, basada en productos locales y ecológicos. Su filosofía se basa en acercar la cultura del café a sus clientes y hacer de ello una experiencia única. Para acompañar estos cafés, también ofrecen una cocina donde predomina la materia prima ecológica local y de temporada.

Entretenimiento nocturno

Para los que prefieran una velada más tranquila pueden tomar un cóctel en los tranquilos y elegantes bares de la Lonja como el Abaco Cocktail Bar o el Bimil Lounge. La música en directo también se ha hecho su hueco en dos establecimientos de Palma: en el Jazz Voyeur y el Blue Jazz Club en el hotel Saratoga con conciertos de jazz todos los fines de semana.

¿Dónde dormir?

No tendréis muchas dificultades para encontrar un lugar en el que dormir en la ciudad de Palma. Hay de todos los precios, y para todos los bolsillos, pero si estáis dispuestos a permitiros un extra, os propongo un hotel boutique con encanto. Can Bordoy Grand House & Garden, un alojamiento de 5 estrellas Gran Lujo y 24 suites de entre 30 y 80 metros cuadrados, construido sobre una antigua casa del siglo XVI y ubicado en el corazón del casco histórico de Palma de Mallorca. A tan sólo unos minutos a pie de uno de los paseos marítimos más bonitos del Mediterráneo y de la milla de oro palmesana, su majestuoso edificio emerge escondiendo tras de sí un remanso de paz y tranquilidad, al que da forma el jardín privado más grande del centro de la ciudad.

Nacido con la vocación de posicionarse como un auténtico destino en sí mismo, regala a sus huéspedes unas instalaciones que cuentan con todo lo necesario para gozar de una experiencia inolvidable: una azotea con vistas increíbles; un delicioso restaurante que apuesta por la alta cocina saludable y de proximidad; un Swiss Perfection spa que mima los sentidos y cautiva a sus usuarios y un servicio hecho a medida que seduce a los huéspedes más exigentes.

@angelaGonzaloM
@Viaje_Itaca
Instagram: @Audioguíasturísticas

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Information

This entry was posted on 15 junio, 2020 by in Turismo and tagged .

Agenda Cultural

«Dieric Bouts. Creador de imágenes»

MLeuven, Lovaina, Hasta el 14 de enero de 2024

Dieric Bouts (1410-1475), es uno de los maestros flamencos más importantes. En Lovaina, pintó sus mejores paneles de escenas ricas, retratos impactantes y paisajes de otro mundo. Bouts tuvo éxito en vida y en 1472 recibió el título honorífico de pintor de la ciudad, cuando Lovaina experimentaba una renovación urbana y mantenía una universidad pionera en una época tan creativa como el Renacimiento.

La imagen que tenemos hoy del artista pintor no existía en el siglo XV. Bouts no fue un genio romántico ni un inventor brillante, sino un creador de imágenes. El festival M confronta algunas de sus obras maestras como 'La Última Cena' y 'El Martirio de San Erasmo' con los creadores de imágenes actuales: fotógrafos deportivos, cineastas o desarrolladores de juegos.

Después de cinco siglos, el maestro flamenco regresa a Lovaina para el festival urbano con el tema "Nuevos Horizontes". Bouts ocupa un lugar central porque todavía hoy estamos ansiosos por explorar nuevos horizontes, tal como lo hizo él en el siglo XV.

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